Después de dos décadas al frente de Axial Vinos, compañía dedicada a la exportación y representación de vinos nacionales, Louis y Eugenie materializan su pasión por la garnacha y por Cariñena con la construcción de su propia bodega. Bodem –que en su holandés natal significa suelo– es el nombre elegido y Almonacid de la Sierra el campo de actuación. "Siempre hemos creído en el enorme potencial del Campo de Cariñena para la producción de vinos, así como en una de sus principales variedades: la garnacha. La interacción entre geología, flora, fauna, clima y suelo nos ha llevado a cumplir el sueño de elaborar un vino como Las Margas", afirma Geirnaerdt, propietario de la bodega.

La apuesta de Bodem es la personalización del vino por parcelas. "Solo seleccionamos lo que viene de la sierra por su frescor y complejidad, que es lo que intentamos transmitir con Las Margas. Nuestra aportación viene dada por distinguir a esa garnacha que procede de un paraje concreto y muestra unas cualidades distintas", destaca el enólogo de la bodega, Manuel Castro.

Las Margas hace su vinificación en dos fases: una parte fermenta en racimos enteros y con raspón, y la otra se estruja ligeramente, se despalilla, hace la maceración prefermentativa de cinco días y fermenta con levaduras autóctonas.

Por otro lado, el 25% del vino madura en barrica, otro 25% en depósitos ovoides y el 50% lo hace en acero inoxidable. "No es la típica garnacha marcada que todos conocemos. Es mucho más elegante, con profundidad y persistencia", afirma Louis. El crítico estadounidense James Suckling ya le ha otorgado 91 puntos.

- Ir al suplemento de gastronomía