Las claves para comprar y cocinar para uno (y no acabar derrochando comida)

Las ventajas de vivir solo se acaban cuando se entra en la cocina; los formatos familiares y falta de tiempo provocan que desperdiciemos la comida.

Preparar un primero y un segundo es casi una misión imposible.
Preparar un primero y un segundo es casi una misión imposible.
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Vivir solo tiene múltiples ventajas, ya que puedes ser tan ordenado o desordenado como quieras, la paz y la tranquilidad reinarán siempre en tu hogar y las explicaciones te las tendrás que contar a ti mismo, entre otras tantas. Sin embargo, en materia culinaria los beneficios parecen desvanecerse, pues calcular las cantidades de comida no es nada fácil y sacar tiempo para disfrutar cada día de un menú variado tampoco.

Cuatro consejos para evitar tirar comida cuando cocinas para uno

El 'planning' semanal, la solución más efectiva. Hay que aprender a sacar tiempo para organizar las comidas de las que se quiere disfrutar la próxima semana, pues, además de asegurar una compra lógica y necesaria, evitaremos los dramas frente a una despensa solitaria en la que solo hay atún en lata, maíz y un bote de tomate frito. Además, una vez planificada la semana, será más sencillo aprovechar las ofertas de los mercados y ahorrar algo de dinero. Un plato único, tu mejor aliado. Hacer un primero y un segundo implica más tiempo y una mayor organización, pues ni todos los ingredientes combinan ni cuando llegas de trabajar a última hora de la tarde te apetece esforzarte en dos preparaciones. Por eso, recetas como el 'poke bowl' hawaiano son una gran apuesta, sobre todo cuando hace calor, ya que es sabroso y tiene el aporte nutricional necesario para afrontar cualquier día con energía. La compra, siempre en el mercado. Si bien es cierto que los formatos familiares que ofrecen en la mayoría de los supermercados favorecen a aquellos que comparten casa con al menos tres personas, para los que viven solos son una faena, ya que lo más probable es que parte de la compra se eche a perder en la nevera o acabe olvidada en el congelador. Por eso, los mercados de cercanía son los mejores aliados: venden a granel, por unidades y la carne al corte; y, aunque pueda parecer más caro, no tirar comida también ahorra.Ir al suplemento de gastronomía

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