La ruta del buen comer: de Madrid a Zaragoza, de casa en casa

Casa Aparicio, Casa Agustín, Casa Emilio, Casa Pedro, Casa Lac... La palabra se repite entre los restaurantes y bares favoritos del actor.

Usón en la brasa de Casa Antonio, donde se bordan los caracoles.
Usón en la brasa de Casa Antonio, donde se bordan los caracoles.

Jorge Usón está muy asentado en Madrid, una ciudad que le gusta y en la que disfruta de su gastronomía. "Una cosa que me encanta es que por 11 euros tienes unos menús del día estupendos. Por mi trabajo viajo bastante y no creas que es tan fácil comer bien por este precio", opina. Cuando sale, sobre todo a cenar, últimamente se decanta por las influencias asiáticas: Japón, Tailandia, Corea… "Es una cocina ligera que me sienta bien".

De Madrid disfruta mucho, de los rincones que va descubriendo cada día, y de sus vinos, "que no son muy conocidos, pero se están haciendo cosas interesantes, como uno llamado La Bruja Avería de la Bodega Comando G".

También está al tanto del buen trabajo realizado por las bodegas aragonesas. "Me consta que cada vez están saliendo más al exterior dando a conocer sus propuestas, sobre todo esos vinos elaborados con la variedad garnacha que tan bien se están posicionando en el mercado internacional". Él, además, se declara fiel seguidor de la denominación de origen Ribera de Duero. "No sé muy bien por qué, pero el caso es que me sientan estupendamente, y si no son muy caros, suelo decantarme por ellos".

A la hora de salir, en Aragón tiene unos cuantos locales de referencia. Con una media sonrisa en el rostro reconoce que comulga y hace suya una frase que le ha oído a su padre muchas veces: "Siempre dice que donde mejor se come en Zaragoza es en Huesca. Y es verdad, es una ciudad a la que llegas y se te abre el apetito". Las Torres y La Venta del Sotón son dos de sus preferidos.

Almacén de encurtidos

Los recuerdos de la infancia le llevan a rememorar la figura de su abuelo, que tenía un almacén de encurtidos. "Abastecía de anchoas en salmuera y aceitunas a los bares del entorno de la calle San Jorge y la plaza San Pedro Nolasco". De tantas salmueras que probó tiene el paladar muy entrenado. "En Zaragoza, las de Casa Aparicio y Casa Agustín son magníficas", concluye.

También rememora las tardes de tapeo junto a sus padres por bares de la Magdalena y el Coso Bajo. Precisamente, uno de sus restaurantes preferidos de Zaragoza está en esa zona. "Me encanta Casa Pedro; los hermanos Carcas trabajan muy bien y el trato es exquisito". Además, cuando se acerca al Tubo le gusta disfrutar de la terraza de Bodegas Almau y de las verduras de Casa Lac, que "son una maravilla".

Dos escenarios a los que también les tiene mucho cariño y que frecuenta con compañeros son Casa Emilio y Casa Pascualillo. "Alrededor de la figura de Emilio Lacambra, que es un gran anfitrión, he participado en veladas muy divertidas, y casi siempre que actúo en Zaragoza, Pascualillo es otro de esos lugares de visita obligada". Casa Antonio, Casa Aparicio, Casa Agustín, Casa Pedro, Casa Lac, Casa Emilio, Casa Pascualillo… "¡Qué curioso! –exclama–, cuántas casas, ¿verdad?, igual tiene que ver con el trato cercano y familiar que recibo en estos establecimientos...".

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