Coincidencia o guiño del destino, lo cierto es que en este mes de agosto en el que el actor Jorge Usón se ha animado a contar en Heraldo sus habilidades culinarias, también las ha puesto en evidencia en la serie ‘Amar es para siempre’. En ella, además de interpretar el papel de Lalo, periodista de la revista ‘Avance Semanal’, durante las últimas semanas ha mostrado su pasión por el recetario tradicional del televisivo bar El Asturiano –sobre todo, por sus croquetas– ejerciendo, incluso, de probador de la nueva carta del bistró L’Asturien, la remozada y fracasada versión afrancesada.

Hace ya unos meses que el actor aragonés dejó de grabar esta serie. De hecho, en la nueva temporada ya no estará en el reparto. Guarda un buen recuerdo de este trabajo, de los compañeros, y también del ‘catering’. "En todos los aspectos, se nota positivamente que es una serie que lleva muchos años". En general, prosigue, "rara es la película en la que no se come bien" y pone el acento, especialmente, en los desayunos. "Ponerte a dieta mientras estás rodando es complicado; la tentación es demasiado grande".

Su último rodaje antes de esta entrevista ha sido la serie ‘Brigada Costa del Sol’ donde reconoce que ha intentado cuidarse. "He comido muchas ensaladas y espetos, pescaíto frito, boquerones, rosadas…, me encanta la gastronomía del sur y no sé cómo he cogido tanto peso –comenta entre risas–, tengo que reconocer que trabajar me engorda".

La cita para hablar con Jorge Usón de sus gustos, recuerdos y anécdotas culinarias ha tenido lugar en Zaragoza, encajando la entrevista en medio de una esporádica visita para participar en un bolo musical con su grupo De Carne y Hueso. Así que no le ha dado tiempo a cocinar. Esa tarea se la ha dejado a su amigo Héctor Aurensanz, del restaurante Casa Antonio de Ontinar de Salz, donde bordan las migas, así que esta ha sido la receta elegida.

Jorge se siente de Ontinar. "En los años 80 mis padres compraron una casa y hasta que me fui a Madrid en 2005 allí pasaba los fines de semana; en el pueblo empecé a hacer teatro con 15 años y Casa Antonio es mi restaurante de referencia, un templo de la cocina tradicional aragonesa".

Salmueras, caracoles, revuelto de trigueros, costillas de ternasco a la brasa, chuletón, migas… ¿Y qué es lo que no le gusta a Jorge Usón? Además de la notable oferta gastronómica y de sus generosas raciones, destaca que "es un sitio donde uno se puede liar a cantar como si estuviera en casa".

Otros recuerdos gastronómicos vinculados a Aragón los encuentra en la familia, en sus abuelas Carmen y Mari. De la primera se queda con uno de sus platos favoritos: los calamares en su tinta con arroz. "Ponía un montón de detalles pero nunca los he sabido preparar como los hacía ella; los tengo idealizados".

La fritada de la abuela. A su abuela Mari le debe otra de sus recetas preferidas: la fritada. "Tengo un gran amigo en Lyon al que vi hace poco y me pidió por favor que la preparase". El actor se recrea con los ingredientes: calabacín, pimiento verde, cebolla, patata… Todo a fuego lento y un poco de bonito en escabeche, al gusto, para culminar la fritada. "Es laboriosa; dos horas me pasé en la cocina, pero merece la pena". De su madre comenta que aprendió a trabajar los pescados al horno y a cogerle el punto al Orio.

En fin, que para Jorge Usón cocinar y sentarse a la mesa a disfrutar es mucho más que alimentarse. "Tiene un ritual que es muy placentero. En sí mismo o como antesala de grandes cosas, cocinar es un acto de amor del que cocina. Y luego está la idea de compartir mesa, que me encanta y para mí es algo habitual".

A la hora de elegir un menú para recibir a amigos en casa se decanta, como entrantes, por un buen jamón y endibias al roquefort. Como receta del mar opta por cualquier pescado de temporada preparado al horno y culminado con una salsa Orio, y si hay hambre, para la carne, se queda con la milanesa. "Me sale bastante bien el escalope de ternera con jamón, tomate y queso, todo fundido al horno".

A modo de colofón, a Jorge le apetece recomendar a los jóvenes que se pasen por la cocina. "A medida que te animas empleas menos tiempo y te das cuenta de que merece la pena porque, al final, somos lo que comemos". "Y eso lo dice alguien como yo –confiesa– que en ocasiones ha descuidado la alimentación y vaya si se resiente el cuerpo".

Y es que Jorge Usón es "muy de engullir” porque casi siempre va con el tiempo justo. "Hace poco me recomendaron comer con palillos, como los orientales; creo que tenemos bastantes cosas que aprender de ellos. Habrá que probar".

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