La fruta: un toque sano para combatir el calor veraniego

Que son saludables es de sobras conocido, pero estos refrescantes vegetales reúnen muchos más secretos.

Cesta con una completa variedad de frutas para disfrutar en verano. Destaca en estas fechas el melón , la sandía, el melocotón y la nectarina. Toni Galán
Cesta con una completa variedad de frutas para disfrutar en verano. Destaca en estas fechas el melón , la sandía, el melocotón y la nectarina.
Toni Galán

Refrescantes, vestidas con colores llamativos, de sabor dulce. E ingentes fuentes de vitaminas o fibra. La fruta es para muchos aragoneses la mejor arma en las batallas que se suceden casi a diario en los meses de verano, en las que se ven obligados a hacer frente a las elevadas temperaturas que irradia el abrasador sol estival. El calor tampoco es amigo de estos vegetales, que, en ocasiones, sucumben en las despensas a causa de la elevada temperatura. En torno a estos surgen distintas incógnitas. ¿Maduros o verdes? ¿Cómo se deben ingerir? ¿Cuál es más sano?

"Para combatir el calor, lo mejor es beber agua. Y no demasiado fría. Te tomas un vaso para rehidratarte. Y es después cuando puedes tomar la fruta que te apetezca. Comer fruta o beber zumo satisface en primera instancia, pero a largo plazo volverá la sed, no se elimina totalmente", explica Mari Lourdes de Torres, supervisora de la unidad de Nutrición y Dietética del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Lo que la experta recomienda es comer mínimo tres piezas al día, no más. "Y una hortaliza, con la que completaremos todos los antioxidantes que necesitamos". Además, frente a aquellas dietas milagro que venden tentadoras fantasías adelgazantes difíciles de ignorar, De Torres recalca que "comer solo fruta engorda muchísimo, puesto que, luego, el cuerpo se acostumbra, asimila todo lo demás mucho peor. Lo óptimo es siempre la variedad".

La reina del verano

La naranja, a pesar de ser un cítrico tradicionalmente invernal, es de largo la fruta más consumida en los hogares españoles en las fechas veraniegas, según los informes publicados por el Ministerio de Agricultura este último año. Es, además, una de las más sanas, dado su alto contenido en vitamina C, sus propiedades diuréticas o, por supuesto, la fibra.

Pero lo más recomendable es ingerir la pieza entera. No el zumo. No es lo mismo. "Cuando se licua, se deja de comer mucha fibra, aunque sea exprimida de forma natural. Pasa a convertirse en el equivalente a una pastilla de vitamina C de farmacia", dice la también coordinadora de la Asociación de Enfermeras en Nutrición y Dietética. "Podemos congelar jugo con trozos de fruta –con los que mantienes la fibra– para hacer helados, lo cual es un postre refrescante, perfecto para esta época del año", aconseja.

La fibra, presente en todas las frutas aunque especialmente en los cocos o aguacates, es una sustancia fundamental para el cuerpo humano, puesto que controla el peso e impide el estreñimiento. "Es uno de los valores más valiosos de la fruta, así como las vitaminas C o B, las sales minerales o los antioxidantes", indica De Torres. ¿Y el azúcar?

Más madura, más azúcar

La profesional afirma que la fruta, cuanto más madura, más azúcar tiene. "Especialmente si su desarrollo se ha producido en cámaras frigoríficas aumenta mucho la glucosa. Lo óptimo sería cogerla del árbol, madurada en rama, con la fructosa –sustancia presente en distintos vegetales que les da dulzor– en la cantidad justa".

De Torres desvela que el sabor dulce de muchas frutas no tiene que ver con que tengan mucho azúcar, "es por la fructosa". El melón o la sandía –dos de las más consumidas en las fechas estivales– poseen más de un 90% de agua. "Y es por este motivo por el que se recomiendan para adelgazar", apunta. De estas dos frutas se puede comer todo lo que se quiera, lo único que aumentará será la frecuencia con la que se acude al servicio. E, incluso, "se pueden cocer para elaborar compota sin necesidad de añadir absolutamente nada de azúcar", apostilla De Torres.

También se puede conseguir una "mermelada fantástica con un par de manzanas, hervidas con dos dedos de zumo de naranja en una olla exprés". El proceso es sencillo: "Las haces a fuego lento. Y, al revolverla un poco, se queda gelatinosa, espesa. Resulta bastante fresca". Aunque en su opinión, "la merienda perfecta del verano es el yogur con fruta, con unos trozos de melón o sandía", puesto que, así, se suman "la proteína del lácteo con los hidratos de carbono del vegetal".

Este tipo de elaboraciones son frecuentes en hospitales, donde se intenta que los pacientes recobren fuerzas. "Es bueno que los enfermos coman primero algo de fruta para que sus jugos gástricos espabilen, para conseguir que sus niveles de hambre se acerquen poco a poco a la normalidad".

Al contrario de la opinión general, uno de los termómetros que emplea la propia De Torres para valorar el estado de la fruta es observar su superficie. "¿Qué pasa cuando una cereza está un poco tocada? Pues que se quita ese trozo, pero se puede comer aún así. Los animales sí saben ver cuáles son las mejores".

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