Guardabarranco: una carta y un local cargados de matices

Este establecimiento ofrece una fusión de las cocinas española y latinoamericana.

Ferrufino, propietario del Guardabarranco con el ceviche.
Ferrufino, propietario del Guardabarranco con el ceviche.
Toni Galán

Guardabarranco es el ave nacional de Nicaragua y, en Zaragoza, además, el proyecto de gastrobar que acaban de emprender dos jóvenes venezolanos y uno nicaragüense. Los tres cuentan con una acreditada experiencia hostelera que han volcado en una carta no muy larga pero cargada de matices. Y en un local con encanto. Han reciclado escaleras viejas, tablas, marcos de puertas, ruedas de bicicleta, cerámicas, cabeceros... para darles un uso decorativo muy interesante.

De alguna forma, la decoración tiene un punto de locura, como la propuesta gastronómica, cargada de detalles de la cocina española pero con una mirada muy marcada hacia unos cuantos países latinoamericanos. El pescado crujiente es un buen ejemplo. Es un plato típico de Nicaragua pero también del sur de España, que en Guardabarranco se sirve con chips de yuca y salsa tártara.

Aunque apenas lleva un par de meses abierto, la idea de sus responsables es que la carta rote bastante. Apenas cuenta con una docena de propuestas, pero no suelen faltar sugerencias que resultan muy llamativas. Entre las últimas incorporaciones se encuentran los tacos. El de Nicaragua es como una flauta de maíz que va rellena de carne desmechada.

El taco frito de cerdo es más reconocible. Recuerda al formato clásico mexicano, con la carne cocida a baja temperatura y pico de gallo. Se sirve con picante, pero a gusto del consumidor, para que cada uno se aplique las dosis que crea conveniente. Y, por último, las repochetas (fríjoles, carne desmechada, col rizada, salsa rosa y queso rallado) que se sirven con tortilla de maíz frita.

El ceviche

Pero el plato de la casa, sin duda, es el ceviche de atún. No es el clásico peruano sino que se asemeja más a una preparación mexicana, con la salvedad de que en México lo acompañan de bastantes chiles y, en este caso, tan solo lleva uno verde. Entre otros ingredientes, además del atún, incorpora aguachile de mango, pepino, lima y cilantro. Lleva bastante lima y el punto picante no asusta. En definitiva, un ceviche de sabores muy suaves y equilibrados que, como curiosidad, se sirve en un bol de piedra bien frío que pesa más de cinco kilos.

En el apartado de carnes se ofrece el entrecot a la parrilla con patatas en gajo y guarnición de verduras (también se puede degustar como tapa), y carne asada, marinada a la parrilla, arroz y chip de plátano. Y para un picoteo informal, una buena opción son las palomitas de pollo con patatas, o lo que es lo mismo, pechugas rebozadas con maicena y especias. Recientemente también se ha incorporado una arepa venezolana, con carne desmechada y queso gouda.  En el caso de las ensaladas, no falta la de tomate rosa de temporada, que se presenta con ventresca de atún, y la de rulo de cabra (mezclum de lechugas, frutos rojos y manzana).

La visita a Guardabarranco puede terminar con los sorbetes de fruta de temporada que llevan el nombre del local o con los muy recomendables saquitos. Se preparan con pasta wonton japonesa y en su interior llevan queso gorgonzola, manzana caramelizada con canela y mantequilla. Se juega con los contrastes del frío y el calor, ya que se fríen y se acompañan con un helado.

Guardabarranco

López de Allué, 2. Zaragoza. 976 045 073 Horario: de 12.00 a cierre. Domingo, de 12.00 a 17.00. Descanso. domingo noche y lunes. - Ver otras noticias de restaurantes recomendados

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