Cancook: una terraza fresca, divertida y sin corsés

Este restaurante abre su AtelierCook con una oferta informal para disfrutar por la noche.

Tartar de chuleta a la brasa, gofre de patata y queso.
Tartar de chuleta a la brasa, gofre de patata y queso.
Gabi Orte

Ramcés González y Diego Millán dan vida al restaurante Cancook; el primero, en la cocina, y el segundo, en la sala. Esta inquieta pareja apostó por asentarse en un rincón tranquilo de la Romareda y allí ofrece desde hace tiempo sus dos menús sin prisas de 10 y 14 pases.

Son propuestas para degustar que no cansan porque cada mes incluyen nuevos argumentos. En cualquier caso, a los dos les apetecía complicarse un poco más la existencia y en ese punto es en el que se enmarca la apertura de su terraza, que recibe el nombre de AtelierCook.

Jardín vertical

En el suelo, césped artificial, y en las paredes y entre el mobiliario, mucha naturaleza. Hasta un jardín vertical han diseñado para que la experiencia resulte muy gratificante. Lo dicho, el contrapunto perfecto a la formalidad del comedor principal; un espacio ideal para una cena distendida, sin los corsés de un menú estructurado.

La carta da respuesta a las necesidades de este entorno. Fresca, diseñada para compartir, abierta a interpretar diferentes cocinas del mundo... En total, una veintena de platos entre los que se versionan algunos clásicos de la casa: el tartar de chuleta a la brasa, gofre de patata y queso; el atún rojo, aguachile y albahaca o el tatín de cabello de ángel y helado de leche quemada.

No faltan propuestas de corte clásico como las croquetas del cocinero o la ostra, manzana y wasabi. Y la fusión de culturas llega de la mano del divertido cangrejo de cristal en tempura y mojo cajún, o de la gyozas de ropa vieja, ‘creme fresh’ y pico de callo, y el tiradito de vieira y maíz. Para los postres, las opciones abarcan desde una degustación de quesos hasta el ‘coulant’ de chocolate, almendra y helado de vainilla, pasando por los refrescantes lichis, violetas y cítricos.

La terraza está cubierta y la idea es que tenga un amplio recorrido hasta noviembre y vuelva a reabrir en febrero. Además, la decoración se irá adaptando para que el espacio resulte más acogedor.

Para completar la experiencia, Diego Millán ha seleccionado algunos cócteles clásicos, refrescantes y ligeros, para maridar con los platos. Tiene hasta su propio rebujito (fino Inocente Valdespino y Ladrón de Manzana), amaro honey o piña colada. Además, por supuesto, de la carta de vinos del restaurante, servidos por copas si así lo desea el cliente.

Esta propuesta se puede disfrutar por las noches, de martes a domingo y, de momento, solo bajo reserva.

Cancook

Calle Juan II de Aragón, 5. Zaragoza. Teléfono: 976 239 516. Horario: de martes a domingo, por la noche.- Ver otros restaurantes recomendados

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