Açai brasileña: ¡vaya baya!

El bol de açai es desde hace décadas la gasolina de los atletas cariocas. En cuestión de meses se ha hecho un hueco en cafeterías de medio mundo.

La pulpa de açai es la base de este tremendo desayuno, culminado por otras frutas y cereales.
La pulpa de açai es la base de este tremendo desayuno, culminado por otras frutas y cereales.
Aránzazu Navarro

Resulta harto complicado definir y acotar el sabor del açai. Esta baya, de larga tradición en el nordeste de Brasil, no es amarga ni ácida. Podemos concluir que es dulce, sí, pero no mucho... Y quiere recordarnos a alguna otra fruta, aunque no hay quorum sobre cuál. Tiene algo de misterio este pequeño ingrediente que, de primeras, parece un arándano negro, pero que resulta ser algo muy diferente. Hay que probar el açai para saber de qué va. Y lo cierto es que cae de maravilla como primera comida del día o a media tarde, antes de salir a trotar o  entrar al gimnasio. Porque al açai, además de su fotogenia hollywoodiana, lo caracteriza el gran contenido energético que atesora: es el desayuno de los campeones cariocas, que recargan pilas con un buen tazón morado. "Lo toman los deportistas del país y los surferos, los pobres y los ricos, sin distinción, para reponer fuerzas. Se vende en las playas desde siempre, aunque ha sido en los últimos años cuando se ha puesto de moda en todo el mundo", explica Keyla, una cocinera brasileña afincada desde hace ocho años en Zaragoza, ciudad de la que está "completamente enamorada" y donde hace 18 meses inició un proyecto hostelero muy personal centrado en la cocina saludable y el bienestar: La Cocina de Keyla.  Es en el barrio del Arrabal, muy cerca del puente de Piedra, donde ofrece esta baya, casi imposible de encontrar en la capital aragonesa y el resto de la Comunidad.

Keyla, en uno de los rincones de su local, donde no hay azúcares refinados, lactosa ni gluten. Arriba a la derecha, bayas de açai.

Keyla, en uno de los rincones de su local, donde no hay azúcares refinados, lactosa ni gluten. Arriba a la derecha, bayas de açai. A. N.

Lo tiene todo. El açai detenta un gran poder antioxidante. Es rico en proteínas vegetales, carbohidratos de absorción lenta (este último detalle es vital, ya que su energía se libera poco a poco a lo largo del día), vitaminas B y E, minerales, calcio, fibra... Lo tiene todo. Aunque en Brasil también lo integran en recetas de pescado, el uso más habitual de su pulpa es en un bol, tras pasar por la licuadora, acompañada de frutas como el plátano o la frambuesa, granola, semillas... Un chute de energía para toda la jornada.

Keyla importa la baya desde Brasil y la recibe ultracongelada. En apenas unos minutos prepara un bol muy refrescante que, de tan aparente, casi da pena atacarlo: "Es un helado dulce, pero sin gluten, lactosa ni azúcares añadidos, aunque si se es de gustos dulces se le puede añadir un poco de azúcar de coco".

Esta brasileña, originaria de la localidad costera de Ilhéus, culmina el bol con su propia granola, "que contiene copos de avena, semillas de chía,  pipas de girasol,  sésamo" y también rayadura de coco y virutas de cacao.

La carta de su relajante cocina-cafetería combina zumos naturales con repostería saludable, originales panes, tartas y ‘snacks’.

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