Gominolas con graduación alcohólica 'made in' Aragón

La capacidad emprendedora de los aragoneses no deja de sorprender, y prueba de ello ha sido la celebración de la octava edición del programa formativo ‘Semillero de Ideas’, promovido por Zaragoza Activa, que ha seleccionado dos start-up; Dulces Locuras, y Pequeño da Vinci, como finalistas entre una veintena de proyectos presentados este año.

Entre iniciativas de salud, comunicación, proyectos culturales, seguridad informática o música electrónica, han sido estos dos proyectos, el primero centrado en la elaboración de gominolas para adultos –premio a la Iniciativa Emprendedora Innovadora- y el segundo dedicado al ámbito educativo desde la perspectiva de las capacidades múltiples -premio a la mejor Iniciativa Emprendedora Social- los ganadores.

Tras más de 3 años peleando por tratar de sorprender a sus clientes desde su obrador de repostería creativa ubicado en Tauste, Alicia Sánchez, creadora del sello Dulces Locuras, reconoce que creó sus gominolas para adultos –con graduación alcohólica- a raíz de la expansión de la moda de la coctelería. “De repente comenzaron a servirse gominolas con las copas, y pensé ¿por qué no comerse las copas?”, recuerda. Y así empezaría su aventura emprendedora.

Dulces locuras.

Ella las define como bebidas que se comen o cócteles comestibles. “Tenía claro que quería crear un nuevo concepto, pero al ser algo tan nuevo corría el riesgo de que se convirtiera en una navaja de doble filo”, reconoce Sánchez. Hoy tiene seis sabores en el mercado: ginebra rosa, ron, mojito, tequila, Ciërveister (un licor amargo endulzado en base de hierbas) y cava. Eso sí, advierte, “estos sabores son 100% customizables”. De hecho, ya está trabajando con nuevos productos como el vino.

“Yo los denomino bocados de licor vivos, que se pueden convertir en un producto gourmet y en un regalo original”, asegura la zaragozana. Se trata de un concepto que aplican, por ejemplo, los Hermanos Roca en su restaurante; sin embargo, asegura que no se habían comercializado antes en España.

Ante la pregunta de si estas gominolas pueden provocar efectos parecidos a los de una copa… ¡en efecto! “Lograr este porcentaje de alcohol en volumen vivo fue un gran reto ya que se trata de un producto que se evapora durante el cocinado, pero hemos logrado mantenerlo” asegura Sánchez. Hasta la fecha, estas dulces locuras ‘made in’ Aragón han viajado hasta lugares como Madrid o Alicante. Eso sí, el objetivo es llegar con estos cócteles sólidos a cualquier rincón del mundo.

Proyecto Pequeño Da Vinci.

Junto a ella, Carlos Martínez y Raquel Alonso lograron cautivar a los miembros del jurado del octavo Semillero de Ideas con un proyecto educativo basado en las capacidades múltiples de la mano de su ‘Pequeño da Vinci’. “Llevamos más de 25 años trabajando en el sector del tiempo libre, aprendiendo e investigando sobre el desarrollo de las capacidades múltiples así que sentimos que era el momento de lanzarse a la piscina con un proyecto personal”, explica Martínez.

Su proyecto se basa en cinco capacidades fundamentales a la hora de aplicar en el ámbito laboral y en nuestro día a día, y, asegura, a cualquier edad: comunicación, trabajo en equipo, resilencia, creatividad y capacidad de liderazgo. “Todos desarrollamos varias inteligencias pero, a menudo, cada no desarrolla aquella en la que se siente más cómodo. Sin embargo, esto no es razón para dejar el resto desantendidas ya que también son importantes para desempeñar nuestras labores diarias”, advierte Martínez.

Un cambio a través de la educación

Un proyecto que se dirige a los más pequeños, pero también a asociaciones y empresas que quieran fomentar estas capacidades entre sus trabajadores o miembros: “Nosotros lo denominamos ‘Método ingenio’, porque queremos sacar el genio que cada uno lleva dentro”.

Tanto Martínez como Alonso aseguran que la educación es fundamental a la hora de completar esta serie de carencias o mejorar estas capacidades menos desarrolladas. “Tenemos claro que si hay algo que cambiar, será desde la educación o no será”, asevera Martínez. “Por supuesto, donde más podemos hacer es en la etapa infantil ya que es donde más impacto se puede producir, pero creemos que esto no excluye a los adultos”, añade.