El Campo de Borja expone sus joyas

La Muestra de Garnachas, con catorce ediciones acumuladas, se ha convertido en una de las citas ineludibles para los amantes del vino en Aragón. Durante todos estos años el formato ha sido similar si bien la organización ha tenido a bien incorporar añadidos que le han proporcionado mayor notoriedad al evento.

Este año el Museo de Zaragoza vuelve a ser el lugar que reúne, sobre todo, a nueve bodegas, autoridades y a cientos de personas afines al mundo del vino. Como anfitriones, además del consejo regulador, están Alto Moncayo, Aragonesas, Bordejé, Borsao, Pagos del Moncayo, Palmeri Sicilia, Román, Ruberte y Crianzas y Viñedos Santo Cristo. Todas ellas muestran al público sus elaboraciones más especiales, los vinos más representativos firmados en cada bodega que, cómo no, tienen en la garnacha su principal estandarte. Los asistentes pueden dar cuenta del magnífico momento que atraviesa esta variedad. Y es que el Campo de Borja es probablemente la zona que mejor la conoce, trabaja y defiende en todo el mundo.

Como novedad, en esta decimocuarta edición la Denominación de Origen Terra Alta (Tarragona), puesto que allí se celebró durante el pasado mes de abril el concurso Grenaches du Monde 2018. También se incluyó una serie de conferencias previas a la celebración de la muestra que tuvieron lugar los días 10, 17 y 24 de mayo en el Museo de Zaragoza. ‘La cultura del vino en la antigüedad en el valle del Ebro’, a cargo de Miguel Beltrán Lloris, exdirector del Museo de Zaragoza, ‘Los jóvenes y el vino’, por la ‘influencer’ Rebeca Labara, y ‘El vino en el arte español’, que corrió a cargo de María Luisa Arguis, fueron las temáticas que se abordaron en los tres jueves previos a la muestra.

Durante toda su trayectoria ha quedado demostrado que la cita de las garnachas de Borja no se circunscribe a una única jornada. De hecho, desde el pasado 28 de mayo más de 30 restaurantes de Zaragoza y provincia vienen celebrando unas jornadas gastronómicas con menús a precio cerrado que se sirven maridados con vinos de esta denominación de Origen.

La novena edición de esta semana concluirá mañana día 3 de junio. Hasta entonces, los platos de las cocinas más eclécticas estarán escoltados por aromas a frutos rojos y negros de zarza, toques ahumados y recuerdos herbáceos.

No es casual que la imagen de marca que proyecta el Campo de Borja tenga una percepción tan elevada. La calidad de sus vinos, el trabajo de cada una de las bodegas que la conforman, acciones de promoción en el territorio nacional y en el extranjero, y, sobre todo, la defensa de una variedad que irremediablemente se asocia con esta tierra son los efectos causantes de un trabajo bien hecho por cientos de personas en 3.306 valiosas hectáreas.

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