Pelar una manzana, quitar la cáscara de la piña o de la granada y tirarlas a la basura se acabó. Ahora, aprovechar todas estas partes de las frutas que terminaban en el contenedor puede mejorar tu salud y también generarte un ahorro. Por este motivo, quizás gracias a estos consejos te pienses en si debes desecharlos la próxima vez y decidas incluirlos en tu dieta.

Naranja

La piel de este cítrico es fuente de vitamina C y fibra, pero no suele comerse porque suele ser incluso más ácida que la propia pulpa. Sin embargo, puedes utilizarla para elaborar tus postres rallándola o triturándola y así potenciar el sabor de tus bizcochos y natillas. También puedes usarla para elaborar mermelada casera.

Limón

¿No se te ocurre qué hacer con la cáscara del limón? Pues te proponemos la receta perfecta para este verano. Rállala, métela en una cubitera de hielo, pon agua y ¡listo! Este toque cítrico hará que tu agua tenga un sabor más refrescante. Además, esta piel destaca por su alto contenido de vitamina C y A, fibra y fósforo.

Granada

Tritura la cáscara de esta fruta y añádela a tu yogur o conviértela en una infusión perfecta. Ten en cuenta que el extracto de cáscara de granada es la mejor fuente de antioxidantes, pues tiene el doble que la pulpa. ¿A qué esperas para añadirla en tu postre favorito?

Piña

Hazte una infusión con esta cáscara o utilízala para suavizar el sabor de la carne. Gracias a estas recetas podrás digerir mejor algunos alimentos, pues la piña, y más su piel, es muy rica en fibra.

Sandía

Mejora la circulación y posee una gran cantidad de vitaminas A y C. Por estas razones, empieza a incluir la cáscara de la sandía en tu dieta. Puedes hacerte un rico refresco casero e incluso innovar y atreverte a probar una sopa fría.