Garnachas blanca y tinta de la D. O. Cariñena con una gran expresión

Sendos ejemplos salen de Bodegas Ignacio Marín y de Bodegas Gabarda, que pertenecen al mismo grupo empresarial.

Ballad Garnacha Blanca y Gabarda Excelsis
Ballad Garnacha Blanca y Gabarda Excelsis

No podemos evitarlo: cada vez nos gustan más los vinos de garnacha que se hacen en Aragón, ya sean tintos –cuyo prestigio en los mercados nacionales e internacionales es cada vez más elevado– o también blancos, pues la uva de garnacha blanca, que en otros tiempos tuvo una destacada presencia en las viñas de nuestro territorio, vuelve por sus fueros para demostrar la expresividad de la que es capaz si se trabaja bien en el campo y en la bodega.

Hoy traemos a esta mesa de cata sendos ejemplos de ambas variedades que salen de Bodegas Ignacio Marín y de Bodegas Gabarda, que pertenecen al mismo grupo empresarial.

El tinto es el Gabarda Excelsis, elaborado con uvas procedentes de garnachas centenarias plantadas en viñedos de altitud considerable, que producen no más de kilo y medio por cepa. El nombre le viene que ni pintado porque lo cierto es que uno se siente en la gloria cuando disfruta de esta garnacha en estado puro. Su calidad quedó contrastada en la reciente edición del Concurso Garnachas del Mundo, celebrado en la D. O. Terra Alta, de donde se trajo una merecida medalla de oro.

El mejor piropo que se le podría hacer a este tinto es que es un vino redondo, que roza la perfección, y que puede gustar tanto a los buscadores de nuevas referencias, originales y con tipicidad, como a los consumidores menos entendidos, que se contentan con beber vinos que les aporten placer y que no tengan ningún tipo de aristas.

Tras una cuidada elaboración, con maceración prefermentativa y fermentación en depósito, pasó por barricas de roble para hacer la fermentación maloláctica y absorber las cualidades de la madera. Lo dicho, un vino de los que se disfruta hasta el final de una comida, por lo que es recomendable guardar una copa para terminar el ágape con el largo recorrido gustativo de sus referencias frutales, florales y tostadas.

Sinfonía de aromas

Alabanzas del mismo estilo merece el Ballad Garnacha Blanca 2016, hecho para extraer lo mejor de esta uva, que se vendimia por la noche, tras un pormenorizado control de la maduración para recogerla en el momento más adecuado.

Tras una larga fermentación en depósitos de acero inoxidable, terminó este proceso en barricas de roble francés, donde obtuvo unas notas tostadas muy agradables, que complementan a la perfección sus referencias florales, cítricas y toques herbáceos, que dejan paso a alusiones minerales cuando el vino termina su trasiego por el paladar.

El precio de venta al público recomendado es de 8 euros para el Gabarda Excelsis y de 6 para el Ballad Garnacha Blanca.

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