La Guita lanza su kit de picoteo 2018

El vino de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda vuelve a proponer su maridaje con jamón ibérico, quesos o aceitunas.

La caja con el kit de La Guita.
La caja con el kit de La Guita.

La Guita vuelve a apostar por convertirse en líder a la hora de consumir productos típicos del picoteo, como jamón ibérico, queso, chacinas, aceitunas, conservas, salazones o encurtidos. Un picoteo que es siempre sinónimo de diversión y que se puede dar en cualquier compañía –en familia, con amigos o en pareja– y en cualquier ocasión: viendo una película, una serie o un partido de fútbol, en una barbacoa, en una reunión familiar, etcétera.

Por ello, La Guita vuelve a lanzar este año su ‘Kit de Picoteo’, con la participación de algunas de las principales marcas de alimentación de nuestro país, con cuyos productos se han realizado más de 7.000 kits. Jamón ibérico, quesos, aceitunas, conservas o picos de pan acompañan a dos botellas de La Guita, que han llegado a más de 30.000 consumidores de toda España.

El de este año 2018 es el de la quinta edición de esta inicitiva. En esta ocasión las marcas colaboradoras son: Navidul, Fragata, La Carloteña, conservas Ortiz, Obando, Iberitos, Covap y Alsur. La Guita, gracias a su carácter salino y fresco, es un acompañante perfecto para este tipo de productos y muchos otros que se puedan incluir en los momentos de picoteo.

Como en años anteriores, la bodega sigue apostando por su página de Facebook, que ya supera los 79.900 seguidores, para promocionar este lanzamiento. A través de esta red social, se sortearán 100 kits al mes a lo largo de este año 2018, llevando la caja con el kit a todos los rincones de España.

El vino

La Guita, marca propiedad del grupo bodeguero José Estévez desde 2007, se cría en las dos bodegas que posee la marca en Sanlúcar de Barrameda: la de la calle Misericordia y la de Pago Sanlúcar Viejo.

La salinidad de La Guita expresa muy bien el terruño de Sanlúcar de Barrameda en el que se crían las uvas. El vino procede de uva palomino fino 100% sanluqueña, principalmente del Pago de Miraflores. Su crianza se lleva a cabo mediante el tradicional sistema de criaderas y solera.

El resultado es un vino de gran calidad, con cuatro años de crianza. Destaca por su color amarillo pajizo pálido y brillante, por su frescura, delicadeza y salinidad con notas florales cuando se lleva a la nariz. En la boca, resalta por su suave presencia y por un recorrido de ligera estructura y fina mineralidad. Su frescura característica se prolonga con elegancia una vez el vino pasa por el tubo digestivo.

Es muy importante servirlo siempre muy frío y en cualquier copa, aunque como mejor se disfruta es en una copa de vino blanco. En la comida, es un buen acompañante de mariscos, pescados y productos entre cuyos sabores estén los salinos y que tengan acidez.

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