El Pampa es uno de esos discretos restaurantes de la periferia de los que no se habla mucho. Su ubicación en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza, en una calle sin apenas actividad comercial, hace que resulte poco visible. Sin embargo, esta pizzería argentina ya lleva tres años funcionando y en este tiempo el boca/oído ha sido su mejor carta de presentación para darse a conocer más allá del vecindario.

No resulta extraño entender por qué. El maestro pizzero Eduardo Arias se trajo bien practicado el oficio desde Argentina. Sus pizzas son muy diferentes a las clásicas de masa fina a la piedra. Una base crocante y otro piso de masa más esponjosa donde se acomodan los ingredientes hacen que su degustación resulte muy sugerente.

Los inicios

El local nació como un bar donde solo se ofrecían empanadillas, pero la parte culinaria ha ganado tal protagonismo que, a día de hoy, la carta ya suma 25 variedades de pizzas. La Pampa destaca por la abundancia de ingredientes. Según el tipo de elaboración, varían los quesos: mozzarella, fresco, parmesano, ricotta... Y una de las más curiosas, por diferente, es la llamada ‘fugazzeta’ (de cebolla).

Las empanadillas, por supuesto, son una de las señas de identidad de la casa. Las hay de diez variedades: desde las clásicas de ternera, pollo y jamón y queso, a las de dátiles y bacón, espinacas con queso de cabra o apio, roquefort y nueces. La textura de la masa es hojaldrada, muy ligera, así que su degustación resulta liviana y delicada al paladar.

Entre los platos de pasta, uno de los más especiales son los sorrentinos –parecidos a los tortellinis, pero más grandes– que se rellenan de jamón york y una mezcla de quesos, junto al acompañamiento de una estupenda salsa de tomate casera con albahaca de la que da pena dejar siquiera un rastro en el plato.

Este recetario ya justificaría la existencia de El Pampa, pero es que hay más y en raciones contundentes. En este restaurante, como suele ser habitual en los argentinos, los platos no se pintan sino que se rellenan de mucha comida. Y la milanesa es un buen ejemplo. A la mesa sale un enorme filete de ternera empanado, cubierto de salsa de tomate casera, jamón york y una mezcla de quesos, que se termina gratinado al horno.

Parrillada criolla

Por encargo, se puede pedir la parrillada que, entre otros argumentos cárnicos, incluye chorizo criollo, entraña, longaniza, morcilla, costilla de cerdo adobada y vacío. Entre tanta abundancia de productos, hay que intentar dejar un hueco para el postre. De este apartado se encarga Patricia Herrera. Sus piononos son como nuestro brazo de gitano. Los hay de dulce de leche, chocolate y helado de frutas del bosque. Y una de las especialidades es la tarta de requesón, más conocida como ricota en Argentina.

Para animar la semana, el jueves es el día de la pizza libre. A partir de las 20.30, se puede degustar toda la pizza que se quiera por 7 euros (bebida no incluida).

El Pampa

Calle de Silvestre Pérez, 8. Zaragoza. Teléfono: 976 281 723. Horario: martes, de 19.00 a 23.30. Miércoles a domingo, de 10.00 a 16.00 y de 19.00 a cierre. Descanso: lunes todo el día y martes a mediodía, cerrado.- Ver otras noticias de restaurantes recomendados

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