Si estás a dieta, así deberías hacer la compra

El supermercado puede convertirse en el peor enemigo si tu objetivo es perder peso.

Hacer la compra con el estómago lleno ayuda a no comprar caprichos y productos que no estén en la lista.
Hacer la compra con el estómago lleno ayuda a no comprar caprichos y productos que no estén en la lista.
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Perder algo de peso es uno de los propósitos más repetidos al inicio del año. Una tarea que no siempre es fácil de cumplir y que requiere de mucha fuerza de voluntad cada vez que se entra a la cocina o se come fuera de casa, pero también a la hora de hacer la compra. El supermercado puede convertirse en el obstáculo más difícil de superar, pues por lo general lo más apetecible es lo menos recomendable para quitarse esos kilos de más.

A continuación se recogen algunas recomendaciones para sobrellevar el duro proceso de hacer la compra sin caer en la tentación. Unos consejos que no solo se aplican a aquellos que estén pensando en adelgazar, sino a todos los que buscan adoptar una alimentación más saludable.

Una lista cerrada. Para que la sensación de hambre y  las tentaciones no dominen tu carrito, conviene hacer la compra con el estómago lleno y siguiendo una lista previamente elaborada en casa. En dicho listado se puede incluir algún capricho (como por ejemplo, unos frutos secos), pero nunca tomar la decisión en el mismo supermercado, pues lo más probable es que añadamos más productos nada recomendables para cumplir con la dieta. Olvídate de los productos light. Aunque presuman de tener menos calorías que los productos originales, los alimentos y bebidas light siguen teniendo muchas calorías y azúcares que en nada favorecen al organismo si se está tratando de adelgazar. Antes de añadir un producto al carrito, lo mejor es leer el etiquetado nutricional y asegurarse de que no contiene azúcares añadidos ni demasiadas grasas saturadas. Di adiós a lo industrial. Aunque el pasillo de dulces y ‘snacks’ siempre es el más llamativo, hay que hacer un esfuerzo por fijarse en el de los productos frescos y las frutas y verduras de temporada, con las que también se pueden  elaborar recetas mucho más saludables. Hazte amigo de las especias. Las hierbas aromáticas y condimentos pueden alegrar un plato en cualquier momento al tiempo que se reduce el consumo de sal. Probar nuevas especias y sabores harán tus platos más sabrosos y que sea más sencillo sobrellevar la dieta. Apuesta por lo integral. Los cambios en la alimentación pueden provocar estreñimiento en un primer momento. Es por ello que optar por variedades integrales de pasta, arroz o cereales, que presentan un alto contenido en fibra, pueden convertirse en el mejor aliado para tu tránsito intestinal y tu salud.- Ir al suplemento de gastronomía

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