Cuchara de madera y cocina tradicional

El restaurante Donde Carol ofrece un menú degustación los días 1, 2 y 3 de febrero con platos de cuchara.

Uno de los rincones del acogedor comedor del restaurante Donde Carol, en Zaragoza.
Uno de los rincones del acogedor comedor del restaurante Donde Carol, en Zaragoza.
Eduardo Bueso

Los amantes de la cocina tradicional tienen una cita los días 1, 2 y 3 de febrero en el restaurante zaragozano Donde Carol –calle de Fuenclara, 3-5; teléfono 976 390 823–. El establecimiento celebra esos tres días sus primeras Jornadas de la Cuchara de Madera.

El menú degustación es sabroso y contundente, consta de seis platos principales y dos postres, a elegir uno. Todos ellos se toman, por supuesto, con cuchara. Cada una de estas recetas tiene su propia historia, que el cocinero de Donde Carol, Jesús Rubio, va contando conforme se van sirviendo.

El ágape arranca con una sopa de cebolla de Fuentes de Ebro con castañas asturianas. Fue Estanislao Leczinski, antiguo rey de Polonia y apasionado de la cocina, quien descubrió esta sopa tradicional en una fonda francesa y decidió llevársela a su corte. Desde ese momento, adquirió popularidad y se convirtió en el plato con el que terminaban las juergas nocturnas.

El siguiente pase es una harira marroquí. Se trata de una sopa tradicional, procedente del país magrebí, con base de carne. Contiene comino y cilantro, especias típicas de esa cocina africana, que le dan un sabor muy característico.

Los garbanzos al azafrán con bacalao de Islandia y trufa de la Sierra de Algairén conforman el siguiente plato de las jornadas. La curiosidad de esta especialidad es que, pese a estar elaborado con pescado, es un plato que se consume mucho en el interior, ya que el bacalao, al estar en salazón, era uno de los pocos productos que aguantaba largos viajes.

Garbanzos con bacalao, harira típica marroquí y callos a la madrileña.

Garbanzos con bacalao, harira típica marroquí y callos a la madrileña. E. B.

El siguiente es un homenaje del cocinero Jesús Rubio a su abuela y se titula ‘Caracoles a la Josefina’. El rancho aragonés tampoco falta en este repaso a la cocina tradicional. Lleva arroz, patata, conejo y costilla de cerdo.

Otro clásico de cuchara son los callos del chef, que se preparan según la receta típica madrileña. Además, en este menú, se pueden degustar dos postres típicos aragoneses: leche frita con helado de calostro, y crespillo de borraja con miel de caña y crema inglesa de almendras.

"Estas jornadas son un sincero homenaje a los guisos de nuestras abuelas. Antiguamente, estas elaboraciones se tomaban siempre con cuchara de madera y creo que los alimentos saben mucho mejor que con las de metal. Son platos que, salvo los callos, son difícil de encontrar hoy día en los restaurantes", dice el chef. El precio de este menú, con maridaje de vinos de Bodegas Obergo y Pago Aylés, es de 45 euros.

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