Dos blancos muy varietales de Otto Bestué

Llega la última añada de los monovarietales de gewürztraminer y de chardonnay.

Bestué Marina Gewürztraminer y Bestué Blanco Chardonnay.
Bestué Marina Gewürztraminer y Bestué Blanco Chardonnay.

Hace unas semanas han salido al mercado estos dos vinos blancos de Bodega Otto Bestué, en la D. O. Somontano. Son dos vinos con una estupenda relación entre su calidad y el precio al que se venden, como ya es habitual en los productos que elabora esta bodega familiar ubicada en el término de Enate. Los de la última añada, 2017, tienen el aliciente añadido de que, con su degustación, podemos hacer un auténtico ejercicio didáctico, ya que son dos varietales que expresan a la perfección las notas aromáticas y gustativas típicas que proporcionan por estas latitudes las uvas con las que están elaborados.

Así, el Bestué Blanco Chardonnay 2017 ofrece unas notas frutales características, como cítricos, piña, plátano y manzanas verdes. Tiene acidez y un cuerpo intensos muy bien compensados.

En cuanto al Bestué Marina Gewürztraminer 2017, es, al igual que el anterior, un blanco con mucha intensidad y complejidad aromática. Su perfil aromático está muy marcado por las frutas tropicales del corte del lichi, notas florales y minerales, algunas especias y los típicos hidrocarburos del que suelen hacer gala los gewürztraminer con varios años en botella, aunque este no es el caso, por tratarse de un vino joven. También como el chardonnay, exhibe un equilibrio casi perfecto en la boca, con la acidez y el cuerpo perfectamente ajustados.

Como apuntábamos, los precios están en un nivel muy bueno, en función de la calidad de los vinos. En concreto, cada botella de chardonnay se vende a 6,25 euros, mientras que el precio recomendado para cada botella de Bestué Marina es de ocho euros.

En definitiva, dos muestras más del buen trabajo que viene haciendo esta empresa familiar de Somontano, perteneciente a una saga que viene dedicándose al cultivo de la vid desde hace más de tres siglos. Además, al estar situada junto a la carretera que sube desde Barbastro a Aínsa y Sobrarbe y muy cerca de la que asciende también hacia la Ribagorza, es una de la más visitadas de la denominación por los turistas que atraviesan la ruta, que aprovechan para conocerla por dentro y degustar y comprar sus ricos vinos.

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