Cómo preparar un Roscón de Reyes 'light'

Pasados los días fuertes de la Navidad, son muchos los que buscan una opción más ligera para disfrutar de este tradicional postre que tanto gusta a mayores y pequeños.

El roscón de Reyes es uno de los postres más esperados del año, y no solo porque sean sus majestades de Oriente quienes se encarguen de dejarlos en todas las casas de Aragón. Su delicioso bizcocho decorado con frutas escarchadas y almendras y los múltiples rellenos que lo completan hacen las delicias de mayores y pequeños. Además, cada vez está más de moda prepararlo en casa, para lo cual no hay que olvidar que el principal ingrediente es el tiempo, ya que hay que dejarlo fermentar unas 22 horas antes de hornear y disfrutar.

Que el proceso de elaboración sea largo no es lo que más preocupa a los amantes del roscón, pero conseguir que sea menos dulce y calórico que el tradicional, sí. Por eso, desde Super Premium Diet, el servicio nutricional en farmacias del Grupo NC Salud, han confeccionado una deliciosa receta en la que se reducen las cantidades de azúcares y grasas para que nadie se quede sin comer roscón porque ya ha empezado la Operación Bikini

Aún así, no hay que olvidar que hay que disfrutar del roscón con moderación, como de cualquier otra comilona navideña, pues aunque sea 'light', puede suponer una ingesta de varios cientos de calorías.

Ingredientes y preparación del pre-fermento:

100 gramos de harina integral de fuerza –en su versión integral, la harina aporta más vitaminas, minerales y fibra a nuestro roscón–. 100 ml de leche tibia desnatada o semidesnatada –para aligerar el contenido en grasas saturadas y las calorías–. 3 gramos de levadura seca de panadero (o 9 gr. de levadura fresca).Ingredientes para la masa:

150 ml de leche tibia semidesnatada. 1 yema de huevo –contiene una alta dosis de vitaminas A (esencial para el buen estado de la piel y la visión), D (para la asimilación de calcio), B12 (para el buen estado del sistema nervioso), y minerales como el fósforo (para la salud ósea), o el zinc (implicado en el metabolismo de los azúcares, las proteínas, y el buen funcionamiento de la piel, uñas, cabello y función cognitiva). 1 cucharada de agua de azahar (si es esencia, hay que poner menos puesto que está más concentrada) 60 gr de aceite de oliva  450 gr de harina integral de fuerza  10 gr de sacarina líquida o en polvo Ralladura de naranja al gusto 1 cucharadita de lecitina de soja –aporta fosfolípidos, esenciales para regular los niveles de colesterol–. 1 pizca de sal La sorpresa del roscón de ReyesPreparación:

Mezclamos todos los ingredientes del pre-fermento en un bol con una cuchara hasta que quede una masa espesa y sin grumos. Dejamos doblar su volumen durante 2 horas. Mezclamos en un bol o máquina todos los ingredientes de la masa: primero los líquidos y después los sólidos, y añadimos al pre-fermento. Amasamos fuera del bol hasta que la masa resultante (al principio pegajosa) se vuelva lisa (unos 15-20 minutos a mano). Es importante no añadir harina, mejor insistir hasta conseguir la textura lisa. Dejamos fermentar unas 3 horas y, a continuación, boleamos la masa obteniendo dos piezas con las que crear la forma del roscón. Colocamos un aro de emplatar en el centro de ambas piezas para evitar que se cierre el agujero, y colocamos la sorpresa del roscón de Reyes. Dejamos reposar hasta que la masa doble de nuevo su volumen (unas dos horas), la envolvemos en papel film ligeramente aceitado y la colocamos en el frigorífico toda la noche. Para decorar el roscón antes de hornearlo, después de toda una noche de reposo, hay que pintarlo con clara de huevo y almendras fileteadas o picadas. Mientras el horno lo hemos puesto a precalentar a 200 grados durante 10 minutos. A continuación, reducimos a 180 grados e introducimos y horneamos unos 25 minutos con aire arriba y abajo.  Finalmente, dejamos enfriar durante dos horas antes de degustar.  Ir al suplemento de gastronomía

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