Gerardo: discreta y familiar apuesta por la calidad

Desde la discreción, este restaurante del zaragozano barrio de Delicias ofrece desde hace más de 40 años una carta basada en productos de muy alta calidad.

Mari Mar Cabeza y Gerardo Biurrun, en el comedor del restaurante Gerardo, en Zaragoza.
Mari Mar Cabeza y Gerardo Biurrun, en el comedor del restaurante Gerardo, en Zaragoza.
Vanesa Castellano

Gerardo Biurrun y Mari Mar Cabeza dirigen desde hace 42 años los destinos del restaurante Gerardo, en el barrio de Delicias. Desde su discreta ubicación en la calle de Italia y con un comedor cuyo aforo máximo admite la presencia de 20 comensales, este matrimonio –él en la sala y ella en la cocina– hacen disfrutar cada día a una clientela fiel que entiende, repite y comprueba en cada visita que a la mesa de Gerardo da gusto sentarse.

Tal vez han sido la discreción de los propietarios, el pequeño comedor y el anonimato la calle Italia los que han decantado el modelo de su propuesta: familiar, cercana, mimando el producto al máximo... Es lo que transmiten, su verdad, la de una cocina sin artificios que no se anda por las ramas.

No resulta aventurado asegurar que este restaurante sobrevive hoy en día por todo lo reseñado con anterioridad. Durante estos años no ha entrado en guerras de menús, pero al mismo tiempo resulta curioso que la carta, aunque existe y se puede pedir, casi nadie la solicita.

Es Gerardo, personalmente, quien atiende cada mesa y ‘canta’ lo mejor que cada día ha encontrado en el mercado. Entre los pescados, por ejemplo, lo normal es poder elegir rodaballo salvaje (para compartir dos personas), rape, cocochas o merluza. Habitualmente, la merluza se prepara a la plancha, al Orio, a la marinera y rellena con una farsa de gambas, puerros y boletus.

La carne

En cuanto a las carnes, el solomillo y el entrecot de ternera del valle de Broto son los grandes protagonistas, con salsas elaboradas al momento de queso roquefort, de oporto y setas, o a la pimienta. Esta es una de las ventajas de tener un comedor pequeño, que en la cocina pueden trabajar sin demasiados agobios y hacerlo casi todo al instante.

El producto de temporada también va marcando el paso del tiempo, de forma que ahora que se supone que tiene que empezar a refrescar aparecen las pochas de Navarra con almejas y otros guisos de cuchara. Entre los clásicos de este restaurante también dan mucho juego las pencas de acelga rellenas o la borraja con almejas.

Tiempo de setas

Las setas casi nunca faltan –sobre todo cuando llega la temporada, como en otoño– preparadas con foie, una de las especialidades, como las alcachofas con langostinos y trigueros. Y luego está la apuesta por productos que muy pocos sitios ofrecen en Zaragoza, como las ortiguillas. Su peculiar textura melosa, parecida a la de los sesos, no gusta a todo el mundo, pero saben tanto a mar que en este restaurante no faltan cuando es la temporada.

El vermú de los sábados en Gerardo también es como para hacerse un hueco. Es el día en el que la presencia del marisco se hace más visible: percebes, coquinas, cigalas con berberechos...

Con todos estos argumentos culinarios este restaurante ha escrito sus más de 40 años de historia. El futuro, ya se verá. De momento, merece la pena la visita para disfrutar de su espléndido presente.

Gerardo:

Calle de Italia, 57. Zaragoza. Teléfono: 976 345 118. Horario: de lunes a sábado, de 10.00 a 17.30 y de 20.00 a cierre. Descanso: domingo, cerrado.- Ver otras noticias de restaurantes 

- Ir al suplemento de gastronomía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión