De la bodega Sommos Garnacha, en la D. O. Calatayud y perteneciente al mismo grupo que Bodegas Sommos de la D. O. Somontano, sale este vino rosado elaborado con uvas de garnachas viejas. Son cepas plantadas en vaso en terrenos pobres a una altitud media de 900 metros, con poca producción y con uvas muy concentradas, cuyo resultado son vinos, especialmente tintos, con una personalidad muy acusada. Pero la agradable impronta de estas garnachas se deja notar también, y mucho, en este rosado.

Por si fuera poco, tras su fermentación, ha estado en contacto con sus lías durante cuatro meses, con lo que el cuerpo y la complejidad del vino son todavía más importantes. Es un rosado que aguanta perfectamente muchos platos tan frecuentados en estos meses calurosos, como ensaladas, arroces y barbacoas, en las que jugará un gran papel combinando su acidez y su frescura con la grasa de las carnes, tanto blancas como rojas. Hay que consumirlo entre 10 y 12 grados centígrados y su precio en las tiendas está en 7,50 euros.

A destacar también el diseño de su etiqueta, en la que se dibuja en finos trazos el croquis de una antigua bodega.

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