La Academia homenajea a Guelbenzu

El anterior presidente de la institución, fallecido en octubre pasado, fue recordado en la última sesión.

Los miembros de la Academia Aragonesa de Gastronomía, con familiares de Víctor Guelbenzu.
Los miembros de la Academia Aragonesa de Gastronomía, con familiares de Víctor Guelbenzu.
Almozara

"Sirvan esas palabras, como amigo y como académico, para dejar constancia de su inteligencia, elegancia, don de gentes, espíritu dialogante y disponibilidad. La Academia Aragonesa de Gastronomía llora su pérdida". Con estas líneas, cerraba su discurso de homenaje a Víctor Guelbenzu el académico Juan Cacho, durante la última sesión celebrada por la institución, el pasado lunes, 13 de marzo. Cacho fue el encargado de concretar en un entrañable parlamento el sentir de todos sus compañeros hacia quien fuera su presidente, que falleció el pasado mes de octubre tras una dura enfermedad. A esta sesión asistieron muchos familiares de Víctor Guelbenzu, un apasionado del mundo del vino que apoyó y se involucró personalmente en todas las iniciativas emprendidas para difundir la gastronomía de Aragón y sus ricos productos.

Previamente, el vicepresidente de la Academia de Gastronomía, Miguel Caballú, que es también vicepresidente de la Academia de Bellas Artes de San Luis, pronunció una interesante conferencia titulada '¿Son útiles las academias en pleno siglo XXI? Panorama actual'. Tras un repaso de la historia de estas instituciones, Caballú señaló que "el problema fundamental es cómo adaptar la misión de las reales academias a un mundo cambiante como este. En siglos pasados, eran foros científicos de primera magnitud, una red social de un grupo muy reducido que tenía el conocimiento. Pero ese mundo ya no existe, aunque el objetivo está más vigente que antes. Es verdad que ha aumentado la capacidad de difusión del conocimiento. El problema es: ¿de quién se fía la sociedad para entender lo que existe? Ahí es donde la academia juega un papel muy superior a cualquier otro tipo de organización".

Las reales academias, surgidas del espíritu de la Ilustración y amparadas por la Corona, empezaron a constituirse en España en el siglo XVIII como centros de cultivo del saber y de difusión del conocimiento. "Han sido y siguen siendo las entidades que representan la excelencia en los diversos campos de las ciencias, las artes y las humanidades", como se encargó de apuntar el ponente.

Al acto asistieron los presidentes de cuatro de las cinco reales academias que hay en Aragón: Domingo Buesa Conde, de la de Nobles y Bellas Artes de San Luis; Luis Miguel Tobajas Asensio, de la de Medicina; Eduardo Montull Lavilla, de la de Jurisprudencia, y Santiago Andrés Magallón, de la  de Farmacia. Por la de Ciencias Exactas, estuvo su vicepresidente, Miguel Pocoví.

Ir al suplemento de gastronomía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión