Cada vez es más común que un buen surtido de entrantes sustituya al primer plato en las comidas festivas, sobre todo el día de Año Nuevo, ya que la noche anterior suele ser más larga que de costumbre y pasar más horas de las debidas en la cocina no apetece. Por eso es importante tener un buen repertorio de entrantes que no lleven mucho rato pero que vistan la mesa de la primera comida como se merece.
Fritada aragonesa con huevo de codorniz. La fritada es uno de los platos más populares de la cocina aragonesa, y dependiendo de la temporada se pueden cambiar las verduras a antojo de cada cocinero. Un plato delicioso y saludable al que para darle un toque festivo tan solo que hay poner un poco de cuidado en la presentación.
Mini bocata de pato y espinacas con crema de queso parmentier. El pato es sin duda alguna uno de los productos más navideños más típicos, pero prepararlo conlleva mucho trabajo. Una manera de prepararlo rápida, deliciosa y muy atractiva para los más pequeños de casa es en forma de bocata acompañado de queso y verduritas. ¡No tiene pérdida!
Ensalada de brotes, anchoas, queso, almendra y frambuesas. A parte de ser un plato que viste de maravilla cualquier mesa de Año Nuevo, es una receta
rápida, saludable, invernal y de gran sabor.
Receta de escabeche de trucha y su caviar sobre pan de borraja. Un entrante muy aragonés y saludable que
permite marcar un contrapunto entre las carnes y los azúcares típicos de estos días. De elaboración media, este plato hará las delicias de todos los asistentes.
Tostada fría con piparras encurtidas. Una tapa fresca, rápida y rica
perfecta para abrir boca antes de los platos principales. Además los ingredientes necesarios son básicos y es muy fácil encontrarlos en cualquier mercado.
Carpaccio de Ternasco de Aragón relleno de setas, trufa y foie. El carpaccio, además de ser un producto delicioso, es una de las recetas festivas más de moda entre los españoles. Pero si lo que se quiere es ofrecer u
n plato novedoso que combina lo más tradicional de la Navidad, qué mejor que este a base de ternasco, trufa y turrón.
Queso fresco de ajo, anchoa y corteza de guirlache. Aunque es uno de los entrantes que más trabajo conllevan, el resultado es espectacular y muy tradicional, pues combina con
un suave queso fresco casero la potencia y el dulzor característicos del guirlache aragonés.
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