La huerta zaragozana pacta con la sostenibilidad

A pesar del descenso generalizado y brutal de los hortelanos durante la última década, la huerta zaragozana sigue reafirmándose, gracias en gran medida a una oferta ecológica cada vez más extendida y diversificada. Restauradores, artesanos, elaboradores de productos alimentarios, comerciantes, bodegueros, fabricantes de cosméticos, responsables de comedores públicos y hasta en nuestras propias ollas, los productos ecológicos se hacen un hueco cada vez más relevante en el día a día.

Esta recuperación es debida en buena parte al papel de los consumidores interesados en recuperar tanto saberes antiguos como sabores auténticos, en privilegiar acciones o/y comportamientos a favor de la biodiversidad y de la sostenibilidad. Un fenómeno complementario al empuje del sector, como se puso de manifiesto en la fiesta en honor a la huerta zaragozana que tuvo lugar el pasado sábado 11 de junio en la plaza del Pilar de Zaragoza.

Los ciudadanos y visitantes pudieron disfrutar de los resultados del proyecto ‘Huertas Life Km 0’ lanzado por el Ayuntamiento de Zaragoza ya hace más de dos años, que integra la Escuela Agrícola Verde (son 62 personas las que han recibido una formación especifica en agricultura ecológica en este centro) y que facilita una atractiva oferta de verduras, hortalizas y frutas provistas por los productores de la Red de Huertas Agroecológicas de Zaragoza.

Los fieles clientes del mercado ecológico, que hasta ahora se ubicaba en la plaza de Sinués y que desde la semana pasada se ha trasladado a la plaza del Pilar, volvieron a saludar en este nuevo escenario a algunos de sus proveedores, como Mario Murúa y Daniel Gómez, de Sabores Próximos, que tienen sus cultivos en el Lugarico de Cerdán, donde dan vida de forma sostenible a variedades antiguas y autóctonas de tomates como el rosa del Jiloca, el cherry, el bombilla, el feo de Tudela, el zaragozano gordo o el tomate amarillo.

Javier Berdejo, de Frutas Berdejo, ofreció sus albaricoques ecológicos, y Sébastien Debono, de Huerto Natural (Ecomovera), ofertó los aromas y texturas de sus variedades de tomates, hinojo, acelgas amarillas y rojas, rúcula y col de Lombardía.

Los profesionales de la restauración ecológica o vegana de la ciudad también se sumaron a la fiesta, proponiendo tapas elaboradas con las verduras de la huerta zaragozana. Así, El Reberde llevó sus deliciosas patatas caramelizadas rellenas de soja, zanahoria, champiñón y cebolla, además de su gazpacho de remolacha.

La Retama ofreció su cake de calabacín y parmesano, las croquetas de avena, zanahoria y almendras, las patatas rellenas de verduras de la huerta, las migas con cebolla y manzana y sus buñuelos de verduras.

El Birosta estuvo presente con quiche de calabacín y con bolas de patata y chorizo vegano, además de con unas tostas de humus de brócoli.

Muchos colaboradores

Otros pulmones ecológicos de la ciudad, como Gardeniers de Atades, La Huertaza, La Natural, La Oliva, Bío Bío Zaragoza, A Zesta Berdra, El Bisalto, El Koralium y las cooperativas Hortus Bío, La Sazón y Huerto Natura también apoyaron esta fiesta, que registró numerosa asistencia de público.

Colaboraron la Asociación de Hortelanos de Zaragoza, la Red de Semillas de Aragón, Slow Food, Fondo Natural, SEO Bird Life, CEIP, CITA, Cerai y miembros de la red de Productores Ecológicos de Zaragoza como Carmen Magdalana y Toño González, de Ortal y Tal; Carlos Bada y Sara Mene, de Ecozara; Raúl Bandrés, Yhovana Úbeda y Pablo Ariza, de La Pachamaña; Isabel y Antonio Liarte, de Vivor; David Pérez, de Hortus Bío; Fernando Miravete, de El Huerteco; Rafael Gutiérrez, de a Melada; Alberto Bellmunt, Nancy Vallejos, Delia Maza, Eva Pastor y Javier Serrano, de Huerto Cibar; Charles Vaugeois, Ramón Durbán y Diego Ricardo Salvador, de La Hierbabuena; y Emilio Muñoz, Eva Barrios y Abel Domínguez, de Milhojas.

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