Rafael Vivanco, enólogo de Bodegas Vivanco, firma la última creación de esta bodega riojana, un vino pionero en esta zona española, conseguido tras varios años de investigación y en base a la filosofía de compartir la diversidad de uvas que hay en el territorio de la vecina comunidad autónoma. Es el Vivanco Blanco 2015, que se ha elaborado equilibrando la personalidad y las características de tres variedades de uva: la viura o macabeo (50% del coupage), las minoritarias y autóctonas tempranillo blanco (35%) y maturana blanca (15%), todas procedentes de viñedos propios cultivados por la familia Vivanco en diferentes terruños de Rioja.

Con este coupage tan original se ha conseguido un vino diferente al tipo de vinos derivados de la moda imperante de elaborar blancos que recuerdan demasiado a los verdejos castellanos.

Este, en nariz, es muy sugestivo, predominando los aromas a cítricos, flores y frutas blancas. Su color es amarillo pálido con reflejos verdosos, como se puede apreciar ya en la botella, de corte moderno e inspirada en el siglo XVIII y patentada por la bodega, cuyo molde se expone permanentemente en la sala 2 del Museo Vivanco de la Cultura del Vino (Briones, La Rioja). Al llevarlo a la boca, es fresco y untuoso, siendo un buen acompañante para arroces suaves, ensaladas, carnes blancas, pescados o marisco y también para tapear o refrescarse a última hora de la tarde de primavera o verano en la terraza de casa o de un establecimiento hostelero.

Su precio de venta público recomendado es de 6 euros.

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