Un aceite de oliva ecológico, en el portfolio de Gardeniers

La Calandina es la almazara de donde sale el nuevo producto ecológico de Gardeniers: un aceite de oliva virgen extra.

Nieves Añaños, Jesús Soto, Félix Arrizabalaga y Antonio Cerdán, en la presentación del aceite.
Nieves Añaños, Jesús Soto, Félix Arrizabalaga y Antonio Cerdán, en la presentación del aceite.
Almozara

Gardeniers, siguiendo con su filosofía de elaboración y comercialización de productos ecológicos, acaba de poner a la venta un aceite de oliva virgen extra ecológico que está acogido a la D. O. Aceite del Bajo Aragón, ya que se elabora en la almazara de la cooperativa La Calandina, de Calanda (Teruel).


El nuevo producto del centro especial de empleo de Atades especializado en jardinería y agricultura y creado en 2011 fue presentado la semana pasada por el presidente de Atades, Jesús Soto; por el gerente de la asociación. Félix Arrizabalaga, y por el gerente de La Calandina, Antonio Cerdán. También estuvo presente Nieves Añaños, de Versus, estudio encargado del diseño de la botella de medio litro en la que se comercializa el nuevo producto ecológico. Ha sido pensado con el objetivo de que el aceite Gardeniers tenga la máxima visibilidad en los lineales y que se identifique desde el primer momento con un producto gourmet. Aunque es de cristal, la botella tiene la apariencia de estar fabricada en cerámica y los grabados que reproduce "intentan comunicar los valores de la marca y del proyecto que sustenta", aseguró la diseñadora.


Edición muy limitada

Se ha hecho una tirada muy limitada, de 3.000 botellas, al tratarse de un aceite de oliva virgen extra muy especial. Recibió la calificación de virgen extra por el panel de catadores de aceite de oliva virgen de Aragón el pasado mes de febrero, sin que se registrase ningún tipo de defecto y sí el perfil sensorial característico de la variedad y con las mejores puntuaciones de frutado, amargo y picante necesarias para recibir tal calificación.


Las conversaciones para sacar al mercado un producto de estas características se iniciaron en el verano de 2015. Desde entonces, los responsables de La Calandina pusieron especial cuidado en el trabajo en una parcela concreta para conseguir unos frutos inmejorables y obtener, así, un zumo de oliva de la máxima calidad, explicó el gerente de la cooperativa, Antonio Cerdán.


Gardeniers tiene explotaciones en Alagón y San Mateo de Gállego y emplea a 38 trabajadores, de los que 17 se dedican a la agricultura ecológica, de ellos 16 con discapacidad intelectual, informó el presidente de Atades, Jesús Soto. Desde 2012, han conseguido insertar en el mercado laboral a más de 30 personas, según los datos que facilitó el gerente, Félix Arrizabalaga.


Durante estos cinco años, Gardeniers ha ido ofreciendo una amplia gama de productos, como conservas vegetales de cardo y tomate, miel o cremas de verduras. Para desarrollar estas preparaciones cuenta con la colaboración de la Fundación Alicia, creada por Ferran Adrià. En estos momentos, están trabajando en la elaboración de salsas y otras creaciones culinarias con recetas de dicha fundación y los productos de la huerta ecológica de Gardeniers, que pronto estarán en el mercado.


Firmemente comprometidos en la apuesta por difundir la alimentación saludable, Gardeniers promociona el consumo de verduras ecológicas en algunos centros comerciales y en el mercado agroecológico que tiene lugar todos los sábados en la plaza de José Sinués de Zaragoza. También en los menús de centros escolares y residencias, como los dos colegios de educación especial y en las residencias de Atades.


Con todo el sabor del AOVE

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) ecológico Gardeniers se elabora con aceitunas de la variedad empeltre procedentes de olivos cultivados según los parámetros de la agricultura ecológica. Ello conlleva que no se han utilizado ningún tipo de pesticidas ni herbicidas y que el abono utilizado es exclusivamente orgánico.

Es un aceite que presenta un aspecto limpio, sin ningún atisbo de turbiedad. Tiene un color amarillo con matices que van del dorado al oro viejo, muy típicos de esta variedad en el Bajo Aragón, a cuya denominación de origen está acogida la cooperativa La Calandina, de cuya almazara sale este aceite.


En nariz tiene los toques característicos de la variedad, con recuerdos a frutos secos, manzanas verdes y plátano. En la boca tiene una textura suave, fluida y agradable, con un dulzor característico. Al no ser un aceite excesivamente frutal, es muy recomendable para guisos y para freír, ya que no interfiere en el sabor de los alimentos. La botella de medio litro cuesta unos 8 euros


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