En torno al deporte y a una buena mesa en El Olivar

En el Estadio Miralbueno El Olivar se cuida el deporte pero también la gastronomía con tres interesantes menús.

José Luis Ramos y Fernando López, responsables del servicio de restauración de El Olivar.
José Luis Ramos y Fernando López, responsables del servicio de restauración de El Olivar.
Vanesa Castellano

En Zaragoza hay unos cuantos clubes deportivos privados con una gran tradición. En ellos, alrededor de diferentes disciplinas deportivas se aglutinan numerosas familias y equipos que entrenan y compiten durante la semana, o que utilizan el deporte como una herramienta para mantener un buen estado de forma.


El Estadio Miralbueno El Olivar es uno de esos escenarios con más de 50 años de historia. En él la práctica deportiva es fundamental, pero esta reseña va a fijarse en otro aspecto importante que cada vez se valora más en estos clubes: la vertiente social y de convivencia; su condición de espacio de encuentro donde la gastronomía juega un papel importante.


Los fines de semana, especialmente, esta es una realidad que se hace muy visible. Por El Olivar pasan decenas de equipos y se celebran numerosas exhibiciones, campeonatos y torneos en los que participan los socios, pero que atraen a muchos visitantes de Zaragoza y de toda España.


Para atender a tanta clientela potencial, el club cuenta con un comedor con más de 120 plazas y con un espacio de autoservicio donde se llega casi a las 500, además de la zona de cafetería con numerosas mesas.


En estos espacios, la oferta gastronómica se articula alrededor de tres menús diferentes. De lunes a viernes se puede elegir entre tres opciones de primeros y segundos platos (7,50 euros). Se trata de una cocina casera y de mercado con la posibilidad de degustar, por ejemplo, lentejas estofadas, rancho montañés, tajo bajo de ternasco asado o bacalao a la marinera.


El menú de fin de semana (15 euros) incrementa notablemente el nivel y lo más curioso es que se pueden elegir dos opciones distintas a la hora de disfrutarlo. Generalmente incluye tres entrantes y dos platos principales. Se puede optar por la fórmula tradicional de dos servicios o como si fuera un menú degustación probando de todo en pequeñas raciones. El de el pasado fin de semana, por ejemplo, incluyó como entrantes tosta de trigueros con jamón crujiente; corazones de alcachofas gratinadas y revuelto de salmón, además de lomo de solla relleno de gambas en salsa de piquillos y codillo asado en su jugo. A ello hay que añadir el postre y la bebida, que están incluidos.


En cuanto al menú de la zona de autoservicio (8 euros) responde al mismo criterio de cocina casera con propuestas como lasaña de carne, cardo con bacón y ajitos, lentejas estofadas, atún a la riojana o costilla de ibérico en salsa de setas. Además de estas opciones, entre semana (habitualmente los miércoles o jueves) se suele ofrecer un menú anticrisis por el precio simbólico de dos euros con un recetario tan variado como marmitako, rancho aragonés, garbanzos con callos o judías estofadas.


Por último, el servicio de restauración de El Olivar está ultimando una carta para atender otras demandas alrededor, por ejemplo, de una buena chuleta o solomillo de Ávila, pulpo a la gallega o ventresca de bonito.


Estadio Miralbueno El Olivar Calle de Argualas, 50. Zaragoza. Teléfono: 976 306 336 Horario: De lunes a viernes, de 10.00 a 22.00. Fin de semana, de 8.30 a 0.30. Descanso: abierto todos los días.

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