Acaba de llegar al mercado este nuevo tinto de la bodega riojana Gómez Cruzado, la más pequeña del entorno del barrio de la Estación de Haro. Con una edición muy limitada que no llega a 3.000 botellas de la añada 2012, se suma a otra referencia de la bodega, el Pancrudo, vino de Badarán, localidad del valle del alto Najerilla, en la Selección Terroir.

Son vinos de pueblos con la que esta empresa quiere elaborar vinos con apego al terruño, enraizados en el paisaje y paisanaje de zonas privilegiadas de Rioja, que aspiran a contentar los paladares más cualificados de los mercados más exigentes del planeta.

Las uvas que se destinan a este Cerro Las Cuevas se crían en viejos vasos de unos 80 años de tempranillo (95%) con una pequeña aportación de graciano, cultivados en pequeñas parcelas en el pueblo de Leza, en la Rioja alavesa, al pie de la Sierra de Cantabria. El paisaje lo conforman laderas orientadas al sur y suaves mesetas, donde el viñedo se entremezcla con viejos robles.

"Esta vegetación espontánea es indicadora de la marcada influencia atlántica en el clima del lugar, lo que contribuye netamente al frescor y equilibro del vino. Los suelos son pobres, de gran contenido calizo, de los que se obtienen vinos estructurados y con una excepcional trama tánica. Nace así un vino de pueblo en el terruño mítico de Rioja", asegura Juan Antonio Leza, viticultor. Se elabora por el método tradicional, con fermentación en depósito abierto de inoxidable y el uso de levadura autóctona.

La fermentación maloláctica la realiza en barrica de roble francés, con tostados suaves para no interferir en la pureza de la expresión original de la fruta. Después envejece 18 meses en barrica y un año en botella. Se vende a 38 euros.

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