Aragón logra 29 de las 82 medallas de oro en el concurso de garnachas

La cita mundial ha sido sobresaliente en cuanto a premios y organización.

Concurso Garnachas del Mundo en el Monsterio de Veruela
Concurso Garnachas del Mundo en el Monsterio de Veruela
Almazara

No se puede pedir más. El balance de la cuarta edición del Concurso Garnachas del Mundo, que por primera vez en su trayectoria salía de Perpiñán, no puede ser más satisfactorio para nuestra comunidad autónoma. Primero, porque las bodegas aragonesas arrasaron literalmente y se quedaron con 29 medallas de oro de las 82 que se repartieron entre los 576 vinos participantes. También obtuvieron 10 medallas de plata y ocho de bronce. Pero, además, hay que destacar que la organización del certamen rayó la perfección. A ello contribuyó destacadamente el escenario donde tuvo lugar el acto central de la convocatoria, la cata de las muestras de vino participantes por parte de los 80 jueces de 11 nacionalidades.


El refectorio del monasterio, perfectamente acondicionado e iluminado, fue un marco sobresaliente para una convocatoria en la que la D. O. Campo de Borja ha echado el resto, dejando el nivel a una altura difícil de superar. Será un reto para los vitivinicultores de Cerdeña, que serán quienes organizarán la edición del año que viene, pues se va a seguir con la política de itinerar por las regiones productoras de esta uva tan aragonesa.


Fabrice Rieau, presidente de los Vinos de Rousillon, la D. O. francesa donde nació el certamen y que también ha participado en la organización del celebrado en Aragón, calificó la convocatoria de «fantástica y espectacular», congratulándose del éxito que ha supuesto exportar el concurso a otras regiones.


Este buen sabor de boca y la labor de promoción previa que han llevado a cabo los organizadores en distintas ciudades de España y del extranjero contribuirán sin ninguna duda a que los vinos de esta variedad de uva tan de moda en el mundo se conozcan cada vez más entre los expertos y entre los consumidores.


Nada más llegar, a primera hora de la mañana, al recinto de Veruela en dos autobuses desde Zaragoza, los jueces quedaron impresionados por este conjunto histórico artístico. Tras tomar un café se acomodaron en sus respectivas mesas para catar y valorar las muestras que fueron llegando, como es normal en este tipo de catas ciegas, con las botellas tapadas. La cata había despertado una gran expectación como quedó patente en el continuo trasiego de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión que se registró a lo largo de toda la mañana, sin que ello alterara la concentración de los catadores, entre los que había técnicos y enólogos, bodegueros, sumilleres y críticos y periodistas especializados. También acudieron responsables políticos y administrativos, como Gustavo Alcalde, delegado del Gobierno en Aragón; Feliciano Tabuenca, diputado delegado del monasterio, y alcaldes, concejales y responsables comarcales de la zona.


Tras la comida, los jurados fueron llevados a visitar la catedral de Tarazona, desde donde se desplazaron a Zaragoza para descansar antes de acudir a la Noche de las Garnachas.


LA COMPETICIÓN. En lo que respecta a la competición, los comentarios de los jueces coincidían en valorar el alto nivel de los vinos participantes, entre los que había blancos elaborados con garnacha blanca, tintos jóvenes, crianzas, reservas y vinos dulces.


En el medallero aragonés, la Denominación de Origen Cariñena fue la zona que más oros acaparó, con 12 distinciones, seguida de las denominaciones de origen Calatayud y de Campo de Borja, con siete medallas de oro cada una. Somontano solo se lleva una medalla con La Miranda de Secastilla Blanco 2013, vino elaborado con uvas de garnacha blanca en los viñedos de Secastilla, al norte de la zona elaboradora. Para la Indicación Geográfica Protegida del Bajo Aragón se han ido otros dos metales dorados.


Comparativamente a la edición de 2015, la mejora de las bodegas aragonesas es más que notable, ya que el año pasado se trajeron de Perpiñán 9 medallas de oro, 14 de plata y cuatro de bronce.

La satisfacción es completa y es de esperar que el futuro siga trayendo más éxitos al mundo vitivinícola aragonés, que está trabajando mucho y bien por conseguir cada vez mayor penetración en los mercados internacionales, con el apoyo de otros importantes escalones como Aragón Exterior y la Asociación Garnacha Origen, en la que participan las cuatro denominaciones aragonesas y la catalana Terra Alta. Desde ayer cuentan con nuevos argumentos para extender por el mundo el imperio de la garnacha. 


Consulta aquí el palmarés completo del concurso.


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