Carnívoro: detalles que suman alrededor de la carne

La carne trabajada a la parrilla y el vino reciben atención especial con propuestas pensadas para compartir.

Mario Álvarez, uno de los socios de Carnívoro, en una de las mesas del establecimiento.
Mario Álvarez, uno de los socios de Carnívoro, en una de las mesas del establecimiento.
Vanesa Castellano

Hoy en día, en la restauración, casi es más importante la suma de detalles que, por ejemplo, destacar tan solo por tener el mejor producto, ofrecer los precios más competitivos, contar con un local estupendo o con el diseño más innovador. Ninguno de estos argumentos, por sí solo, garantiza el éxito, pero en la medida en que vayan acompasados pueden acercarse a él.


De alguna forma, es lo que sucede en el restaurante Carnívoro. Su carne, seguramente, no es la de más calidad que se ofrece en Zaragoza; sus precios están en un nivel medio razonable; el local es muy acogedor pero a buen seguro que los hay todavía más, y el diseño y el ambiente funcionan pero tal vez no son más innovadores. Sin embargo, la combinación de todos estos argumentos, poniendo el listón en un nivel bastante alto, es la que termina de obrar el 'milagro'.


En Carnívoro han dado en la tecla con la suma de detalles. Por ejemplo, con las mesas altas que presiden el comedor principal, alrededor de las que los clientes se acomodan en unos taburetes originales y muy cómodos. La luz directa sobre cada mesa también ayuda a crear un ambiente especial y dos de los detalles que más cuentan son los que aparecen en la leyenda que acompaña al nombre de Carnívoro: wine&grill.


Efectivamente, al vino se le da un trato exquisito. Sobre todo, con la presencia de un novedoso dispensador por copas. El cliente tiene la opción de recargar una tarjeta en la barra con el saldo que desee; introduce la tarjeta, coge la copa que tiene en el mismo mueble y elige entre tres opciones: una pequeña degustación, una medida normal o una cata en condiciones. Cada 15 o 20 días los vinos de alta gama van rotando, manteniéndose en todo momento en las mejores condiciones de temperatura y conservación, que es superior a los 30 días.


En cuanto a la parrilla, es la principal herramienta de trabajo en este establecimiento. El chuletón (450 gramos), el solomillo y el entrecot son tres de los principales argumentos de la carta. Salen a la mesa fileteados para que cómodamente se puedan compartir. Esta es la idea con la que se trabajan prácticamente todas las recetas, que en la mayoría de los casos se presentan al centro sobre una tabla de madera.


Pero Carnívoro no es solo carne. Aunque eso sí, el atún o el pulpo son algunos de los productos del mar que se ofrecen cuya textura y degustación más se puede asimilar. En cualquier caso, ensaladas, huevos rotos o espárragos trigueros acompañan al catálogo de carnes que, entre otras opciones, incluye pluma ibérica, ciervo, solomillo de cerdo ibérico, carrillera de ternera, junto a las más informales hamburguesas y salchichas a modo de degustación. La última propuesta en llegar son unos dados de ternasco de Aragón con patatas.


Carnívoro Calle de Zurita, 21. Zaragoza. Teléfono: 876 706 649 Horario: de 12.00 a 24.00. Descanso: domingo, cerrado.

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