La cita vinícola de Montañana descorcha más expectación cada año

Catas, bodegas, exhibiciones, degustaciones gastronómicas y mucha ilusión. Así es la Feria de los Vinos de Aragón, en Montaña, un certamen que en 2016 cumple 10 años y que se ha ganado, edición tras edición, el prestigio de consumidores y de bodegueros. En reconocimiento a su fama, ha recibido el premio al acontecimiento gastronómico.

Un total de 8.000 visitantes no quisieron perderse la última edición de la Feria, un proyecto que comenzó gracias al empuje de siete vecinos de Montañana encabezados por Rafael Fernando y Marifé Aparicio, que trabajan sin ánimo de lucro.

El objetivo de la cita es impulsar el vino aragonés.

"Ninguno tenemos bodega ni somos expertos, pero queríamos hacer algo por Montañana –explica Marifé–. Y deseábamos darle un impulso a la industria vitivinícola de Aragón. En la feria hemos apostado por las denominaciones de origen pero también por otros muchos vinos de la tierra que resultan excelentes y artesanos, hechos con gran mimo".

Cada año, normalmente en el mes de abril, el evento reúne a 35 bodegas y a 160 referencias de vino. "Hemos tocado techo, en el pabellón no cabemos más", resume Marifé, quien se muestra muy feliz con el premio de Con Mucho Gusto.

En opinión de Aparicio, cada vez acuden al certamen de Montañana más jóvenes y familias. "Hasta ahora, el mundo del vino parecía asociado a gente mayor y con dinero, pero esto está cambiando. Queremos que la gente tenga cultura del vino".

Las catas de mujeres gozan de un gran éxito de participación.

La feria tiene lugar siempre en fin de semana, pero cada víspera de la inauguración, el jueves, se celebra desde hace tres años una sesión para mujeres, con la presencia de bodegueras, sumilleres femeninas y aficionadas. "En estas tres ediciones se ha demostrado que las mujeres pueden convertirse en grandes expertas".

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