La garnacha convence al famoso sumiller Ferran Centelles

El que fuera sumiller del Bulli, Ferran Centelles –ahora colabora con la fundación de Adrià–, estuvo el pasado fin de semana en Zaragoza para conocer sobre el terreno los vinos de garnacha de la tierra.

Durante la jornada del pasado sábado, 24 de octubre, protagonizó una cata de hasta 56 vinos elaborados con esta variedad tan aragonesa en una degustación profesional que organizó Aragón Exterior, a través del programa Wines of Garnacha, que agrupa a bodegas de las zonas elaboradoras de Aragón y la D. O. catalana Terra Alta.

Siempre es un placer repasar el estado de salud de los principales varietales con los que nos batimos el cobre en los mercados internacionales. Y fue todo un privilegio hacerlo junto a expertos catadores como Ferran Centelles o el enólogo Jorge Navascués, quien también participó en esta 'inmersión' del sumiller catalán, quien, a priori, reconocía no ser un gran conocedor de nuestras garnachas.

Esta experiencia le servirá para elaborar un artículo para la revista digital de la periodista británica Jancis Robinson, de la que es corresponsal en España.

Hay que recalcar que la cata fue ciega, como debe ser todo proceso de evaluación que se precie y que, dicho sea de paso, muy pocas guías del sector, críticos y prescriptores utilizan a la hora de pasar cientos de vinos por el rasero de su sapiencia.

Se comenzó por vinos blancos de garnacha, ámbito en el que Terra Alta tiene todas las de ganar, aunque hay que resaltar el excelente papel de La Miranda de Secastilla que Viñas del Vero elabora con viñas plantadas en esa localidad del norte de la denominación de origen somontanesa y que solo pueden disfrutar los consumidores extranjeros, ya que no se comercializa en España.

Llegaron después vinos rosados, tintos jóvenes, crianzas y robles y, por último, algunos considerados reservas, aunque no estuviesen calificados como tales. Los mejores, sin duda, los jóvenes, vinos a los que coincidimos en dar altas puntuaciones, revelando el potencial de esta variedad cuando está en estado puro, que alegra los sentidos con sus vivos colores y sus intensos aromas frutales, florales u otros herbáceos propios de la variedad.

Así lo puso de manifiesto después de la cata Ferran Centelles con estas palabras: "Los vinos jóvenes de garnacha son imbatibles, no se les puede pedir más por menos, dado el precio al que están vendiéndose dentro y fuera de España".

Anoto algunas de las referencias que obtuvieron excelentes calificaciones entre quienes estuvimos en la cata: Agostón (en España Jabalí), de Bodegas Paniza; Terrai OVG, de Covinca; Garnacha Centenaria, de Bodegas Aragonesas; Pagos del Moncayo, de la bodega del mismo nombre; Finca Bancales, de Care; Cruz de Piedra, de Virgen de la Sierra; Menguante, de Bodegas Pablo; La Miranda de Secastilla tinto, de Viñas del Vero, o Las Rocas, de Bodegas San Alejandro, y Pirineos Garnacha, de Bodega Pirineos.

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