Taberna El Fhosko: la brasa y la piedra, grandes protagonistas

Con un aire más rústico y, al mismo tiempo, con una mayor sensación de amplitud y luminosidad. Así se presenta esta remozada taberna, que en lo gastronómico sigue manteniendo intacto el protagonismo de la brasa y de las carnes a la piedra que cada cliente elabora a su gusto.

Eso sí, abre antes para cubrir los desayunos y a media mañana la barra se transforma con un gran surtido de tapas y raciones; lo mismo que sucede a media tarde con interesantes ofertas de cerveza y vino con montaditos, mini raciones y tostadas que buscan incentivar el tapeo.

Ya sea recurriendo a la carta u optando por una gran variedad de menús a precio cerrado (entre 20 y 35 euros), la brasa y la piedra son los grandes argumentos de esta taberna. Rara es la mesa donde no se disfruta de ellos. Incluso el menú del día (14,95 euros, de lunes a viernes) ofrece esta posibilidad –el entrecot a la piedra es un fijo, además del tomate rosa con ventresca–.

Entrantes clásicos para compartir (salmueras, curados, trigueros con foie, caracoles a la brasa, jamón ibérico…); tostadas elaboradas sobre pan de cristal (se ofrecen dos unidades) y una buena selección de huevos rotos (se ha ampliado recientemente con los de setas y trufa negra, morcilla y piquillos, y chipirones y gambas) ofrecen un muestrario más que suficiente para ir abriendo boca.

En la carta también se le hace un hueco al marisco y los arroces han incrementado su presencia con propuestas muy variadas: desde el arroz a banda al risotto de setas con gambas al parmesano, además de opciones de mar y montaña como el arroz negro con chipirones, sepia, calamares y gambas, y el de costilla ibérica, longaniza y boletus (seco o caldoso).La oferta de El Fhosko

A la hora de presentar la mayoría de los pescados –especialmente la lubina, el rodaballo y la dorada salvajes, e incluso el bacalao–, se ofrece la posibilidad de pedirlos a la brasa o al gusto del cliente, ya sea en salsa verde, al orio o a la bilbaína.

Pero sin duda el capítulo de carnes es el más extenso. El chuletón, el entrecot y el solomillo de buey son los grandes protagonistas, pero el ternasco de Aragón, ya sea a la brasa o asado, también da mucho juego. Una de las incorporaciones más recientes ha sido el cochinillo crujiente a la canela con confitura de higos, elaborado en una doble cocción con un interesante contraste de texturas y de sabores dulces y salados.

Los menús a precio cerrado (mínimo dos personas) completan la propuesta gastronómica de esta taberna con opciones que van desde el más sencillo (ejecutivo) al que recorre buena parte de la carta (degustación) o el que ofrece la posibilidad de probar pulpo a la gallega, bogavante y un kilo de chuletón de buey. En fin, mucho donde elegir.Taberna El Fhosko

Calle de Mariano Supervía, 58. Zaragoza.

Teléfono: 976 095 280.

Horario: de lunes a viernes, de 9.00 a 17.00 y de 19.30 a 23.30. Sábados y domingos abre a las 11.30. Domingos por la noche, cerrado.

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