El restaurante Barrio cubre todo el abanico posible desde su condición de bar, cafetería y restaurante, intentando plasmar ese equilibrio que hoy en día casi resulta obligado de ofrecer calidad y precio de la forma más compensada posible. Es a lo que tienen que 'jugar' la mayoría de los proyectos hosteleros, especialmente los ubicados en la periferia y en los barrios, y en este caso con un planteamiento muy conseguido.

De toda la oferta de este restaurante, tal vez sean sus menús los que resultan más interesantes. Se ofrecen, además, en dos ambientes claramente diferenciados. En el interior, el local cuenta con dos espacios de comedor muy luminosos y acogedores, ubicado cada uno en un extremo de la barra y la cafetería.

Es en esta zona donde cobran protagonismo las mesas altas y el ambiente resulta más relajado e intimista.

En cualquier caso, cuando llega el calor, no es la que más se aprovecha. Su enorme terraza, en la que caben 30 mesas, supone toda una invitación para disfrutar en ella cuando cede la canícula. De hecho, la plaza es una de las más ambientadas del barrio de La Jota, alrededor de unas terrazas muy tranquilas.

A pesar de ser un restaurante de barrio, como muy bien indica su nombre, no faltan los detalles en la cocina y en el servicio. Se cuidan las presentaciones sin importar que el cliente sea el del menú de diario (10 euros) o el del fin de semana (17 euros). Sin duda, se cumple esa máxima de que la comida tiene que entrar primero por la vista.Recetas saludables

Entre semana, se mira al cliente habitual que busca comer de manera saludable y sin grandes complicaciones, pero también hay propuestas muy cuidadas y con toques coloristas. Es el caso, por ejemplo, de la ensalada de queso de rulo y frutos secos con vinagreta de tomate (todos los días se ofrece una diferente), de los flamenquines con salsa de foie o del lenguado relleno de espárragos trigueros y salsa de piquillos.

El fin de semana se puede optar entre cuatro primeros y cuatro segundos. Fijos siempre están la paella o la fideuá, el ternasco de Aragón asado con patatas a lo pobre y la posibilidad de elegir entrecot o solomillo. Además, los pescados se ofrecen con un toque especial evitando presentaciones anodinas. Es el caso, por ejemplo, de las popietas de lenguado acompañadas de marisco o de los hojaldres rellenos. Brownies, sorbetes, flanes, natillas, tartas y bizcochos caseros completan la oferta con la que suelen rematarse los menús.

Este restaurante cuenta con espacio como para organizar celebraciones o comidas de grupo para 40 comensales a partir de una amplia lista de menús cerrados. Además, la carta de cafetería, sin ser muy extensa, resulta más que suficiente alrededor de ensaladas, bocadillos, tostadas y crepes.Restaurante Barrio

Calle de Baluarte Aragonés s/n. Zaragoza.

Teléfono: 976 478 741

Horario: de 8.00 a cierre

Descanso: abierto todos los días

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