Ternasco de Aragón: mucho más que costillas y espalda

Una cata ciega y una práctica culinaria para descubrir los nuevos cortes.

Javier Robles, Juan Carlos Benito, Patricio Pérez y Sara Acero.
Javier Robles, Juan Carlos Benito, Patricio Pérez y Sara Acero.

El Consejo Regulador de la I. G. P. Ternasco de Aragón está desarrollando una campaña para difundir la comercialización de los nuevos cortes de esta carne para conseguir la máxima rentabilidad y aprovechamiento de la canal, especialmente de las piezas menos demandadas por el público, como la pierna, la falda o el cuello.


Desde el comienzo de la acción, los profesionales carniceros y los cocineros han sido los primeros en participar en sesiones y talleres para aprender a trabajar estos nuevos cortes, que resultan atractivos y cómodos de cocinar.


Ahora, los destinatarios de la campaña somos los periodistas gastronómicos y los comerciales dedicados a vender la carne a minoristas y grandes superficies. En la primera acción de este tipo, los responsables de Ternasco de Aragón prepararon una cata ciega en el espacio gastronómico La Zarola, de Zaragoza (calle de San Miguel, 35), para degustar cuatro preparaciones distintas con cada uno de los cortes que se presentaron: el filete de pierna sin hueso, el turnedó (rodaja sin hueso de pierna envuelta con la crepineta, tela o redaño del mismo cordero), los churrasquitos (trocitos adobados de carne con hueso procedentes de la punta de pecho de la falda del cordero) y los collares (rodajas no muy gruesas de cuello con su hueso).


Se trataba de apreciar las características organolépticas y la textura de estas piezas sin verse influenciado por su apariencia visual y sin conocer la parte del animal de la que procedían.Echarle imaginación

La experiencia fue muy enriquecedora y concluyente: son piezas muy sabrosas, que gustan a casi todo el mundo y que ofrecen multitud de posibilidades a la hora de prepararlas. Así quedó de manifiesto en la segunda parte de la acción, que consistió en la preparación de un menú degustación con estos cortes por parte de los periodistas que asistimos al acto.


Los churrasquitos, por ejemplo, que estaban previamente adobados con varias especias, principalmente con pimentón, fueron preparados asados al horno y acompañados de unas salsa agridulce y con manzana asada. El turnedó es una pieza muy propicia para hacerla simplemente a la plancha, más o menos hecha en función de los gustos del comensal, y admite innumerables guarniciones. En este caso, se sirvió con una salsa de nata y wasabi, puré de patata y borrajas con salsa de soja.


Con los filetes de pierna deshuesada se prepararon unos sanjacobos rebozados con panko y servidos sobre rodajas de naranja.


Por último, los collares del cordero, que también admiten múltiples preparaciones, desde un simple paso por la plancha hasta asados o en guisos más o menos complejos, se cocinaron estofados al vino tinto de garnachas viejas en olla exprés, en una fórmula que recordaba la de los populares guisos de carne y rabo de toro.


Para acompañar estos y otros platos que había elaborado como aperitivo el cocinero del Consejo Regulador de la IGP, Javier Robles, se echó mano del catálogo de Bodegas Care, uno de cuyos responsables comerciales, el experto sumiller Juan Carlos Benito, se ocupó de tener a punto los vinos y de explicar sus características. Además del Care Blanco Chardonnay 2014, del Care Rosado 2014, del Care Tinto Roble 2013 y del Care Finca Bancales 2011, se degustaron un cava de Bodegas Langa y cerveza artesana Rondadora.


Al acto asistieron el secretario del Consejo Regulador del Ternasco de Aragón, Patricio Pérez, y el director de Márquetin del Grupo Pastores, Diego Franco. Actuaron de anfitriones Juan José y Sara Acero, propietarios de La Zarola, un establecimiento muy bien preparado y acondicionado para este tipo de convocatorias.


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