Una decena de estudiantes de la UZ conocerán los procesos de la producción de vino sostenible

Los ganadores visitarán este domingo las bodegas Pagos del Moncayo, que participan en el proyecto europeo Eco-Prowine.

La vid es una planta altamente sensible a cualquier cambio de temperatura
La vid es una planta altamente sensible a cualquier cambio de temperatura
Heraldo

Una decena de estudiantes de la Universidad de Zaragoza (UZ) podrán conocer cómo es la producción sostenible de vino y las medidas de eco-innovación aplicadas, gracias a un premio organizado por el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza.


Los ganadores visitarán este domingo, 31 de mayo, las bodegas Pagos del Moncayo, que participan en el proyecto europeo Eco-Prowine, coordinado por CIRCE y en el que están implicados seis países europeos, para reducir el impacto medioambietal de la fabricación del vino.


La jornada consistirá en una visita a los viñedos, en la localidad de Magallón, y a la planta de producción en Vera del Moncayo, en la que conocerán todas las fases del proceso de fabricación, las instalaciones, los tipos de uva y vinos producidos, y las medidas utilizadas para reducir sus consumos de energía y materias primas. La sesión finalizará con una cata de los vinos de Pagos del Moncayo, fabricados bajo los principios de la sostenibilidad.


Para participar sólo hay que dirigirse a la página web del premio www.fcirce.es/PremioBodegaSostenible y contestar a unas preguntas sobre el centro y sus actividades.

Único requisito

El único requisito es estar matriculado en alguna titulación de la Universidad de Zaragoza, y responder a las preguntas antes de este viernes 31 de mayo, ha informado la UZ en una nota de prensa.


El CIRCE ha convocado esta actividad, dentro del proyecto europeo que lidera y en el que participan Austria, Bulgaria, España, Grecia, Italia y Portugal. El proyecto Eco-ProWine pretende mejorar la eficiencia energética en todas las etapas del proceso de producción.


De este modo, se minimizará el impacto ambiental de su fabricación mediante la reducción del consumo agua en un 30%, de materias primas como los fertilizantes en un 25 por ciento, y de la generación de residuos y emisiones de CO2, en un 40% y un 20%, respectivamente.


Eco-ProWine propondrá una etiqueta a nivel europeo, a utilizar por los fabricantes de vino que cumplan unos requisitos medioambientales, y que indicará su participación en un programa de sostenibilidad.


De este modo las bodegas involucradas conseguirán importantes ahorros económicos a la vez que un producto diferenciado y más sostenible.


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