Los españoles comen más pescado que otros europeos

Un 84% de los consumidores prefieren comer pescado en casa antes que en un restaurante.

El bacalao salado, que era la comida del pobre, se ha convertido en un producto de lujo.
El bacalao es imprescindible en la cocina de Cuaresma
Agencia Almozara

Los españoles y los portugueses son los europeos que más pescado comen por una cuestión de tradición y cultura, aunque también influyen otros factores como el precio y la disponibilidad del producto, indicó este viernes el economista español José Fernández Polanco.


El experto en pesca y profesor de la Universidad española de Cantabria destacó que los ciudadanos de la península Ibérica consumen una gran cantidad de pescado como parte de su tradición, influida por el tipo de costa que la bordea y la actividad pesquera que se ha desarrollado desde tiempos de griegos y romanos.

Esta semana, la organización Europêche, que representa a pescadores de la Unión Europea (UE), reveló en una encuesta que el 70% de los europeos come pescado una vez a la semana y, entre ellos, un 75% de los españoles dijo hacerlo al menos dos y tres veces.


Además, un 84% de los consumidores prefieren comer pescado en casa antes que en un restaurante, añadió el estudio, realizado en ocho países (España, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Dinamarca y Holanda).


El profesor español justificó esa respuesta por el mayor coste que supone comer pescado normalmente fuera de casa.


Según datos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre 1999 y 2001 los portugueses eran los europeos que más pescado y marisco consumían (57,4 kilos anuales per cápita), seguidos de los españoles (43,9 kilos).


"Siempre hemos tenido una oferta muy grande que hacía que comer pescado fuera asequible", sostuvo Fernández, que insistió en que "la principal explicación es cultural" frente a los hábitos de países del norte, Alemania o Centroeuropa.


También contribuyeron factores como el desarrollo de las carreteras a partir de la década de 1950, cuando la posibilidad de distribuir pescado en el interior de España generalizó su consumo, recordó.


Aunque el consumo español de pescado haya experimentado altibajos durante años, indicó que en términos globales se ha mantenido sin cambios, aunque la variación se ha notado sobre todo en determinadas especies.

El bacalao salado, entre los favoritos

"Últimamente el bacalao salado, que era la comida del pobre, se ha convertido en un producto de lujo de alta restauración", apuntó el economista.


En el norte de Europa, Fernández subrayó que el pescado se está introduciendo progresivamente en la dieta por motivos de salud, aunque su consumo sigue siendo más espaciado en el tiempo que en el sur.


En su opinión, las últimas campañas para difundir sus beneficios nutricionales y prácticas culturales como los programas televisivos de cocina que enseñan a prepararlo van poco a poco fomentando el hábito de comer pescado.


Además, recordó que en el norte se pescan pocas especies de mucho volumen en el océano Atlántico, mientras que mucha más variedad se encuentra en el mar Mediterráneo.


En este contexto, Fernández consideró que sigue encontrando personas que tienen sus "prejuicios" hacia el pescado importado de otras partes del mundo, pese a que el 70% de toda la cantidad consumida en Europa llega de fuera. 


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