A mesa puesta: honestidad en el plato y en el trato al cliente

El próximo 2 de abril este restaurante del barrio de Torrero cumplirá ocho años de andadura, la mayoría vividos en tiempos de dificultades y de vacas flacas. Por ello, tal vez tiene más mérito que su planteamiento apenas haya cambiado: trabajar ofreciendo todo tipo de soluciones culinarias sin renunciar a la calidad, y sin descuidar el servicio y la atención al cliente.

Prácticamente 18 horas al día abre este establecimiento. Tiene una barra que rebosa vida, con tapas y raciones muy bien presentadas, pero es a la mesa, de forma reposada, donde su propuesta gastronómica luce más.

Hoy en día, defender un menú de calidad a un precio razonable como el que mantiene este restaurante desde hace seis años (9,50 euros), casi exige la visita diaria al mercado para sacarle el mejor partido a los productos. Y eso es algo que en este establecimiento se nota en el plato.

El menú que se ofrece de lunes a viernes cambia todos los días e incorpora cuatro primeros y cuatro segundos. No suele faltar la contundencia de un plato de cuchara; ensaladas como la de tomate y queso fresco; una trabajada sopa de pescados; puerros naturales con vinagreta de verduras; la mirada a las cocinas del mundo de un estofado de carne al curry sobre arroz basmati y, si el mercado ofrece la oportunidad, la presencia de un cogote de merluza a la vasca.

El menú de fin de semana (20 euros) es otra de las fórmulas que mejor ha encajado con la idea de comer bien a un precio razonable. Normalmente incluye un entrante de centro de mesa; otra propuesta en forma de risotto, surtido de curados, huevos rotos, hojaldre relleno… Y de segundo, a elegir, una opción de carne (solomillo de cerdo, entrecot o confit de pato) y otra de pescado (generalmente lubina, merluza, dorada o bacalao).

Al margen de estos menús, la cocinera Ana Igarza le tiene muy bien cogido el punto al ternasco asado; también ha crecido su oferta de arroces y se agradece mucho que a la hora de trabajar los pescados siempre se ofrezca a los clientes la posibilidad de prepararlos de varias formas.

Este local ha asumido sin problemas la idea de compartir desenfadadamente. Ahí es donde los huevos rotos, el pulpo a la gallega, los surtidos de embutidos ibéricos o las raciones de berberechos, mejillones o navajas mejor se han adaptado a estos tiempos.

En fin, que este es un establecimiento del que bien podría decirse que enarbola la honestidad como bandera. El servicio es atento y muy profesional.A mesa puesta

Calle Fray Julián Garcés, 50. Zaragoza Teléfono: 976 388 056 Horario: Abierto todos los días de 7.00 a 1.00. Fines de semana, de 8.00 a cierre. Ver otros restaurantes recomendados