Amblas: un viaje en el tiempo sin trampa ni cartón

El restaurante Amblas, de Zaragoza, es un bar de esos que se dice 'de toda la vida', con solera, que en los menuceles tiene uno de sus grandes atractivos.

Alfonso Blasco, Trini Gracia y Ana Blasco
Alfonso Blasco, Trini Gracia y Ana Blasco
Agencia Almozara

Hay bares de Zaragoza con solera que conservan más o menos intacta la esencia del tiempo que los vio nacer. También los hay que se han preocupado de realizar un viaje hacia el pasado a través de la mercadotecnia y el diseño. Pero muy pocos son los que de verdad, sin trampa ni cartón, se han quedado como anclados en el tiempo de una forma premeditada. El Amblas es uno de ellos. Abrió en 1966, así que el año que viene celebrará sus bodas de oro. A Ana Blasco, su propietaria, fue su madre Trini quien le inoculó la pasión por este bar, del que durante un tiempo también se ocupó su hermano Alfonso. Tanto fue el cariño transmitido, que para esta familia el Amblas no es su negocio, es su casa.


Al abrir la puerta y entrar, inmediatamente se asocia su imagen a la de los bares que aparecían en los primeros capítulos de la serie ‘Cuéntame’. Una circunstancia, por cierto, también vinculada a la gastronomía, aunque en este aspecto sí que ha habido una evolución.


La salmuera del Cantábrico, el boquerón y la patata asada son las principales señas de identidad de la casa. Entre esta nómina de productos, como novedad, podría encajar la sardina arenque que se presenta sobre un montadito con una base de tomate natural.


La barra es tremendamente generosa y acodarse en ella una delicia. En cuanto a mesas y sillas, son las mismas de hace 50 años, modelos perfectamente reconocibles para la clientela que ya va teniendo una edad. En ellas se pueden degustar productos como cabezas de ternasco asadas, que ya preparan muy pocos establecimientos. El Amblas es uno de ellos, con la misma receta de Trini, a fuego lento para hacerlas bien por dentro y que no se quemen por fuera.


Callos de ternera, paticas de ternasco, manitas de cerdo, morro frito, bacalao rebozado y con tomate (desalado, como se ha hecho toda la vida), madejas… En fin, recetario tradicional y con gran protagonismo de los menuceles. En cualquier caso, pensando en las nuevas generaciones, no faltan productos más ‘normales’, como chuletón, huevos rotos, paletilla de ternasco asada, albóndigas caseras o una croqueta de cocido. Y algún que otro pescado, además del bacalao.


El recetario de la abuela está muy bien representado y, dentro de un orden, hay para elegir. Eso sí, sin enmascarar sabores ni buscar contrastes o arriesgadas combinaciones. En Amblas, cada producto sabe a lo que se supone que tiene que saber. Que ya es mucho decir.Bar Amblas

Calle de Tarazona, 2. Zaragoza Teléfono: 976 332 533 Horario: de 10.30 a 0.00. Fin de semana, hasta las 2.00. Cierra los domingos.Ver otros restaurantes recomendados.