Dommo, compartir y sorprender sin formalismos

Buen ejemplo de cómo la gastronomía en Huesca avanza a la búsqueda de nuevas fórmulas.

César Rojas, Begoña Mata y José Pueyo llevan las riendas de Dommo en Huesca
Dommo, compartir y sorprender sin formalismos
A. Toquero

Alrededor de la idea de picar y comer, Dommo se acerca desde hace tres años a sus clientes con el objetivo de ponérselo fácil, de que sean ellos mismos los que se confeccionen su propuesta gastronómica sin atender a demasiados formalismos. Y todo ello desde la base de un espacio hogareño, en el que uno se siente como en casa y si es menester, puede compartir con el equipo de cocina ideas y opiniones para avanzar de la mano.


Desde la capital oscense, José Pueyo y Begoña Mata han buscado plasmar una idea que no responda al concepto tradicional de restaurante. Están empeñados en encontrar su propio modelo y poco a poco lo están consiguiendo. Su base es la cocina de la abuela, pero con chispa, buscando la diferencia y esperando siempre el mismo resultado: sorprender al cliente.


En su caso lo hacen en dos espacios claramente diferenciados. En la zona de cafetería, más informal, con mesas altas, una gran pizarra cambia cada día de propuestas y muestra lo que se puede pedir en formato de picoteo o medias raciones: arroz negro con el toque diferente de la miel en el alioli; salmón con salsa de zanahoria y coco; solomillo de cerdo relleno con frutos secos y pasas… Todo ello en raciones de un tamaño medio cuyo precio suele rondar los 4 o 5 euros.


Junto a estas propuestas conviven el chuletón de vaca a la piedra, con la idea de que lo degusten dos o tres personas, los mejillones escabechados, la hamburguesa con foie o el pulpo a feira con el sugerente toque final de la parrilla. A probar y a compartir estos y otros productos anima la visita a Dommo, donde la idea es que el cliente ponga los límites del cómo y de qué manera se quiere acercar a la gastronomía.


Este espacio y esta pizarra, que incluso en el mismo día suprime e incorpora nuevos argumentos, convive con una zona de comedor más tradicional. En ella, el recetario de la casa se presenta en varios menús y a través de una carta donde el punto de sorpresa no falta en la mayoría de las presentaciones.Varios menús

Unos langostinos para alegrar una pasta con panceta; unas gulas con jamón y ajos salteadas para darle un toque diferente a la borraja; un pil-pil de hongos… De esta forma intentan José Pueyo y su equipo que el menú ejecutivo básico (13,50 euros) adquiera un brillo especial cada día. El especial (22 euros) está más pensado para el fin de semana, aunque se mantiene hasta el jueves. La propuesta cerrada incluye cuatro entrantes, que bien podrían ser una crema de borrajas con espuma de patata, una terrina de paté de liebre, tataki de atún, piña y cebolleta y un canelón de cocido en tempura con compota de tomate. Y de segundo, a elegir entre cinco carnes y pescados donde las salsas vuelven a marcar la diferencia.


El menú homenaje (30 euros) y una carta no muy amplia completan la oferta de Dommo, un espacio para picar y comer donde apenas hay reglas sobre cómo disfrutar de la gastronomía. En la forma y en el fondo, un escenario que muestra nuevos caminos que sustituyen a otros que se están quedando trasnochados.

Dommo

Avenida de los Pirineos, 23. Huesca. Teléfono: 974 232 329 Horario: de 11.00 a 17.00 y de 19.30 a cierre. Domingo noche y lunes, cerrado.

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