La mejor "comunidad de vecinos" gastronómica se ha creado en la Milla de Oro de Madrid, con la comida callejera de StreetXO, del triestrellado David Muñoz; la "antojería" mexicana Cascabel, de Roberto Ruiz (una estrella), y los helados de Rocambolesc, del tres estrellas Michelin Jordi Roca.

Así la han definido sus propios inquilinos, que este lunes han presentado a los medios este espacio culinario de alta gastronomía a precios accesibles en la planta séptima de El Corte Inglés de la calle Serrano, el principal atractivo del que constituye su sexto Gourmet Experience, distribuido en dos plantas y con una terraza.

David Muñoz ya puso a prueba, con gran éxito de comensales, su StreetXO en el centro comercial de esta misma firma en Callao y ahora lo traslada y amplía en la Milla de Oro madrileña, con 200 metros cuadrados diseñados por él mismo y el conocido interiorista Lázaro Rosa-Violán.

"Que la gente entienda que ha entrado en mi mundo", un universo de "creatividad, sorpresa y sabores intensos" donde la alta cocina inspirada en la comida callejera del sudeste asiático se presenta "de forma distinta": no hay servicio de sala, en favor de contar con más cocineros, un total de 18 que trabajan tras una gran barra roja.

Muñoz ha renovado el 90% de la carta de su antiguo StreetXO, espacio que ahora ocupa el Chifa de Estanis Carenzo, y anuncia que será "muy efímera y rotará mucho", con platos preparados al vapor, en "woks", planchas y robata (barbacoa) japonesa, "con muchos ingredientes y elaboración".

Para acompañarlos, cócteles creados por Carlos Moreno, "el número uno en España", ha definido el chef que ostenta tres estrellas Michelin en DiverXO, que abrirá su primer StreeXO en el extranjero en Londres en marzo y tiene previsto inaugurar otro en Nueva York a finales de 2015, antes de desembarcar en Asia.

El joven chef ha destacado la apuesta por la gastronomía de El Corte Inglés, en especial en Madrid, una ciudad "hasta hace poco ninguneada" en el ámbito culinario, con un espacio "que tiene su germen en los 'food courts' de Singapur o Nueva York", pero que "da un paso más allá con tres nombres propios, puntas de lanza de la gastronomía".

"No se pueden tener mejores vecinos", ha apuntado Roberto Ruiz, quien importa con Cascabel el concepto de "antojería" de Ciudad de México al grito de "enchilando Madrid", aunque bajo su visión de "cocina iberomexicana", ya que, como en su restaurante Punto MX (una estrella Michelin), emplea materias primas españolas con técnicas y recetas de su país.

Comida pensada para compartir, para cuando se tenga un "antojo" a cualquier hora del día, como su guacamole, la tostada de ceviche de vieiras, el pollo zarandado, el "fish'n taco", el taco ibérico de cochito y corteza, el taco árabe -con sus aclamadas tortillas nixtamalizadas hechas a mano- y el costillón de res norteño laqueado con salsa de chiles.

En un espacio diseñado por su mujer, María Fernández, junto con Eugenio Caballero, ganador de un Óscar por la dirección artística del film 'El laberinto del fauno', también se servirán cócteles con destilados mexicanos mezclados en unos "shakers" ideados por su equipo para conseguir, entre otros, "la margarita perfecta".

Cócteles originales creados para Cascabel que se suman a su cuidada oferta de mezcales y tequilas, "ideales para beber con los amigos en la terraza" o en el interior disfrutando de buena música.

La propuesta dulce está a cargo de Rocambolesc, donde Jordi Roca convierte en helados algunos de sus postres en El Celler de Can Roca, con tres estrellas Michelin en Girona.

"Es una comunidad de vecinos excepcional", ha dicho Roca, cuya mujer, Alejandra Rivas, está al frente de Rocambolesc, con sedes en Girona y Platja d' Aro. Este año, además de en Madrid, tienen previsto abrir también en Barcelona.

En su primera tienda fuera de Cataluña ofrecen helados de seis sabores con 34 "toppings" para escoger, polos "con un toque divertido" como el "rocatocha" con forma de la nariz del Mejor Repostero del Mundo y sabor a fresa y agua de rosas, el "helado oscuro", un Darth Vader de arándanos y vainilla, y una creación para Madrid: un polo con forma de oso y sabor a madroño.

También helados para llevar e incluso para montar en casa como el "pack lactic", además del panet -brioche caliente relleno de helado al gusto-, bollería y café. 

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