Crema de castañas

Propuesta saludable del chef Álvaro Smit para una campaña de la Sociedad Española de Hipertensión.

Las castañas llegaron a ser un alimento muy popular y extendido en tiempos pasados.
Crema de castañas
Agencia Almozara

El chef Álvaro Smit, junto a la Sociedad Española de Hipertensión, propone un plato muy adecuado para los meses de invierno: una crema de castañas. El fin de esta receta saludable es demostrar que se puede disfrutar de comidas que son sabrosas y sanas a la vez, ya que las recetas elaboradas no tienen por qué ser perjudiciales para la salud.

Ingredientes

¼ kg de castañas secas 1 bol de cebolla picada ½ cucharadita de jengibre rallado 1 rama de tomillo Sal de hierbas potásica 1 cucharada sopera de aceite de sésamo 1/3 cucharada sopera de anís verde 1/3 cucharada sopera de hinojo 1/3 cucharada sopera de cominoPreparación

Poner a remojo las castañas secas durante toda la noche. Cocer las castañas con una pizca de sal: media hora en la olla a presión y una hora en olla normal. Rehogar en una cazuela la cebolla picada con un poco de aceite. Añadir ½ litro de agua y las castañas cocidas, jengibre rallado, sal potásica y tomillo. Añadir la mezcla de semillas de anís, hinojo y cominos en una gasita. Cocer todo junto 10 min. Sacar todas las hierbas. Añadir aceite de sésamo y triturar con la batidora.

Las castañas son un fruto seco con muy poco

aporte en grasas. Más o menos la mitad de su peso es agua y son ricas en fósforo y magnesio. Además, ayudan a controlar la hipertensión arterial y otros problemas cardiovasculares, entre otros beneficios.


Esta crema puede tomarse como primer plato, después de los entrantes propuestos por Álvaro Smit: un Falso “BloodyMary” de Berberecho y Cucharita de Cous-Cous con humus.


En esta receta se han usado castañas secas. Este fruto seco es necesario guardarlo bien tapado y refrigerado hasta su pronto consumo, ya que debido a su alto contenido de humedad es muy perecedero. Si las castañas están recién cogidas hay que curarlas a temperatura ambiente durante unos días. Así mejoran su sabor porque una parte del almidón se transforma en azúcar.


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