Hambre de comida callejera

Los cocineros piden un cambio en la legislación que permita los puestos de comida en la calle.

Una treintena de puestos de comida callejera se han dado cita en MadrEAT
Hambre de comida callejera
Efe

España tiene hambre de "street food". El éxito de público de iniciativas como MadrEAT, que ha congregado este fin de semana a miles de personas en torno a una treintena de puestos de comida callejera de calidad, y otras iniciativas que claman contra una legislación obsoleta, así lo demuestran.


En el país de la vanguardia culinaria la normativa es decimonónica e impide que, como ocurre en buena parte del mundo, se instalen puestos en las calles para degustar sus propuestas y los "food truck" recorran la ciudad ofreciendo sus delicias.


"Sólo se permiten churrerías y puestos de castañas en temporada", recuerda a Efe Pablo Giudice (Sudestada y Chifa) uno de los promotores de MadrEAT. También se permite la instalación de puestos de comidas en ferias, festivales y eventos puntuales.


Muchos cocineros están implicados en esta reivindicación y varios de ellos se han reunido en MadrEAT, una cita mensual con la "gastronomía de calidad a precio accesible" que, como manda la ley, se ubica en suelo privado -el Jardín Botánico de la Complutense de Madrid- y busca expandirse.


Ganas no faltan. Ni de los cocineros, varios con estrella Michelin, ni de los ciudadanos, que han guardado colas para degustar "porkbun", "fingers" de pularda, "fish & chips" de pez mantequilla, "piadina con porchetta", empanadas gallegas recién hechas, perritos y hamburguesas de autor, montados de jamón de "wagyu", tacos mexicanos, croquetas de queso y ensaimadas horneadas al momento.


"Cambiar la legislación es un deber", dice a Efe Rodrigo García, chef de la empresa culinaria Puntapié mientras prepara sus apreciados "porkbun" y "chicken bun" para una larga fila de clientes.


"La comida callejera es muy importante, es la identidad y el espejo de las costumbres de un país", subraya Giudice, quien junto con su socio Estanis Carenzo, ha impulsado MadrEAT para "forzar a los ayuntamientos a que permitan la 'street food'. La Comunidad de Madrid, a través de su Consejería de Turismo, sí que apoya esta iniciativa para promocionar la ciudad como destino gastronómico.


?Carenzo y Giudice, pioneros en Madrid en ofrecer sus perritos, bocadillos y sándwiches acompañados de cerveza artesana en el "food truck" de La Virgen -aparcado también en suelo privado y que sólo puede acudir a eventos puntuales- forman parte del consejo asesor del que ha nacido MadrEAT y que filtra los proyectos que pueden sumarse para garantizar una oferta de calidad.


También lo integra el chef Iván Domínguez, con una estrella Michelin en Alborada (A Coruña), quien refiere a Efe que la masiva asistencia a este "mercado gastronómico" demuestra que "España tiene ganas de 'street food', y cualquier iniciativa que sirva para dinamizar la gastronomía es fantástica".


"Es fundamental que sea de calidad y a precios populares", subraya mientras hornea empanadas gallegas de xoubas, zamburiñas, carrillera y bonito, de las que ha vendido 2.000 raciones en un sólo día.


Eduardo Per, jefe de cocina de A Fuego Negro -que ha llevado los pinchos a la alta cocina en San Sebastián- participa en MadrEAT con El Chirinwito y tapas como los langostinos en ajoblanco de melón con gel de amontillado, tostada y panceta. Para él es un ensayo del proyecto que, con el mismo nombre, va a desarrollar en Cádiz y que tiene en la comida itinerante de calidad una de sus apuestas.


"Hay que abrir espacio a la comida callejera, como ocurre en otros países", dice a Efe Angelo Marino (Mercato Ballaró), que trae con Tretenori su versión de la "street food" de Italia, donde no sufre restricciones. "La gente tiene que cambiar el chip y no relacionar la comida callejera con comida de mala calidad", añade.


Así lo han percibido comensales como Antonio García, quien reconoce a Efe que le ha "sorprendido la calidad y originalidad" de la oferta culinaria. "Es una iniciativa muy buena. Estábamos esperando que hubiera algo parecido, porque en otras grandes capitales como Nueva York, la comida callejera es casi una institución".


"Food trucks" ávidos de kilómetros, puestos que buscan su lugar en las calles y comensales dispuestos a disfrutar de "street food" de calidad. Sólo falta que la Administración dé el paso.


Volver al suplemento de gastronomía.