Almuerzo para los artistas que homenajearon a Labordeta

Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat, Carmen París, María José Hernández o Silvia Pérez Cruz fueron algunos de los intérpretes que participaron el pasado lunes en el homenaje tributado a José Antonio Labordeta en Zaragoza y que, a mediodía, compartieron un almuerzo en Casa Pascualillo, emblemático establecimiento del Tubo –calle de la Libertad, 5– que este año cumple su 75 aniversario. Al ágape también asistieron la viuda de Labordeta, Juana de Grandes, y sus hijas Ana, Paula y Ángela.

Guillermo Vela, propietario del establecimiento, quiso contribuir a la memoria del cantautor ofreciendo algunas de las especialidades de la casa que más le gustaban a Labordeta, como las croquetas caseras y los sesos rebozados, que se sirvieron en el animado aperitivo en la barra.

Después, en el comedor, el convite se abrió con unas conseguidas borrajas con arroz meloso y rape. También se podía optar, de primero, por una sinfonía de setas de temporada con crema de boletus y langostinos. Como plato principal, un soberbio rabo de toro estofado en reducción de garnacha. El típico postre aragonés de melocotón con vino se degustó, en esta caso, en forma de helado.

Para acompañar tan suculentos platos, se bebió un vino tinto de garnacha Honoro Vera, de Bodegas Ateca, adscrita a la Denominación de Origen Calatayud.

También madejas

Joan Manuel Serrat no pudo resistirse a la tentación de saborear también unas madejas de cordero, a las que es muy aficionado desde que en su juventud hizo la mili en Jaca. Además, como es bien conocido, la cocina aragonesa no le es para nada extraña ya que su madre era oriunda de Belchite.

Los platos degustados están incluidos en el menú especial que Casa Pascualillo ha preparado para el día del Pilar, jornada para la que ya tiene el aforo completo.

Además de las borrajas y de la sinfonía de setas, hay otro primer plato a alegir: cogollos con salmón ahumado y vinagreta con alcaparras. Para el segundo se puede optar entre el citado estofado de rabo de toro o media paletilla de ternasco de Aragón asado con patatas o se pueden degustar unos chipirones rellenos en su tinta con timbal de arroz blanco. El postre es el helado con sabor de melocotón con vino, bautizado como cabezudo.

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