Las pizzas son uno de esos platos que gustan a todo el mundo y son muy habituales en la mesa de muchas familias. Existen infinidad de marcas que ofrecen pizzas precocinadas, bases y salsas, pero cuando la masa se elabora en casa, se nota.

La receta para masa casera que se propone a continuación es fácil de elaborar y no requiere demasiado tiempo; hay que abandonar la pereza y probar a hacer la masa en casa. La pizza quedará crujiente y mucho más sana.

Masa de pizza casera

Ingredientes

300g de harina 200g de agua 1/2 cucharadita de sal 20g de levadura fresca 15g de aceite de olivaPreparación

Sobre la encimera o en un recipiente amplio (como una bandeja o plato grande con bordes) se forma un volcán con la harina, dejando un hueco en medio. En el hueco, echar el resto de los ingredientes y mezclar poco a poco. Amasar manualmente durante unos diez minutos, sobre la mesa o la encimera, sobre la que se habrá espolvoreado un poco de harina para que la masa no se pegue. Presionar la masa con la base de la mano para después volver a formar una bola con ella. La masa irá adquiriendo una textura más fina y menos pegajosa. Reservar la masa en un recipiente tapado con un paño durante unos cuarenta y cinco minutos; estará lista cuando haya doblado su tamaño, ya que el tiempo puede variar en función de la temperatura y la humedad ambiente. Cuanto más alta sea la temperatura, más rápidamente subirá la masa. Una vez lista, hay que estirar la masa. Con estos ingredientes, se pueden elaborar dos pizzas de buen tamaño, así que se divide la masa en dos bolas. Si se quieren bases más pequeñas, dividir en tres bolas. Estirar la masa con ayuda de un rodillo hasta alcanzar el grosor deseado. Si es necesario, espolvorear un poco de harina sobre la masa. Colocar la masa ya estirada sobre la bandeja del horno y cubrir con los ingredientes deseados. Con el horno ya precalentado, hornear a 220ºC entre quince y veinte minutos.

Si no se van a cocinar todas las bases (con la cantidad de ingredientes arriba indicada salen dos o tres, depende del tamaño) pueden conservarse un día en la nevera o un mes en el congelador. Para ello, es recomendable estirarlas sobre papel de hornear y envolverlas en film. Un truco para conseguir que la masa congelada esté igual de crujiente que si se hubiera hecho en el día, es hornearla previamente a la congelación: con ocho o diez minutos será suficiente.

Existe la posibilidad de crear la base de la pizza con otros ingredientes, sin necesidad de elaborar la típica masa. Algunos ejemplos son esta receta de pizza casera light o la calabaci-pizza; ambos platos son muy recomendables para aquellas personas que quieren controlar su peso o quieren evitar la ingesta de comida muy calórica.

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