Sabores montañeses del Alto Gállego sobre dos ruedas

La Quebrantahuesos Mountain Bike dio un ambiente especial a las Rutas Con Mucho Gusto.

Grupo de cocineros participantes en la feria gourmet
Sabores montañeses del Alto Gállego sobre dos ruedas
Pablo Otín

La montaña se vive, se disfruta, se contempla y recorre... y también se saborea. Tapas, cocina en directo, menús de degustación y productos autóctonos participantes en las Rutas Gastronómicas Con Mucho Gusto, que organiza HERALDO junto a Quémedios, se ofrecieron a los miles de visitantes que este fin de semana animaron el Alto Gállego, atraídos por las variadas citas que confluían en la zona. Gastronomía y deporte se aliaron para dar a conocer un entorno natural privilegiado y una rica tradición gastronómica pasada por el filtro de la modernidad.


La fiesta culinaria arrancó el pasado lunes, cuando seis de los restaurantes participantes comenzaron a ofrecer sus menús de degustación donde, a un precio de 25 euros, los productos autóctonos se lucen tras pasar por las manos expertas de los cocineros de la zona.


En el Alto Gállego encontramos una cocina contundente y llena de carácter. Con la calidad de los productos locales y los sabores tradicionales como referencia, esta rica cocina montañesa es hoy reinterpretada por los chefs más innovadores sin perder su esencia.


Pero lo mejor es comprobarlo con los propios sentidos, degustando, por ejemplo, las deliciosas tapas preparadas para la ocasión por los once restaurantes participantes en Con Mucho Gusto Alto Gállego. 

Cocina en directo

Los visitantes de la feria gastronómica también aprendieron de los chefs en los ‘showcooking’ que inauguró el restaurante El Montañés, de Biescas, –con el ciclista Milton Ramos y el alcalde Luis Estaún como ‘pinches’ de excepción, seguidos de la participación de Juan Carlos Fraca, del hotel restaurante Casbas.


El sábado, a las 12.00, Javier Camón, del hotel restaurante Villa de Sallent (Formigal), elaboró rabo de buey al vino del Somontano con arroz Brazal trufado. A las 13.00, David Ibáñez, cocinero de Casa Juan (Biescas), planteó una fusión pirenaicoandaluza a partir del tomate rosa de Barbastro. 


Ya por la tarde, a las 19.00, la propietaria y chef de El Montañés, Izarbe Ramiro, dio un toque de sofisticación a su momento en el ‘showcooking’ con algunas nociones de cocina molecular. Acompañada por Carlos Lardiés, elaboró bombones de foie y una piruleta de guacamole con quicos aplicando la técnica del nitrógeno líquido. A las 20.00, Mihai Savin, del 2M Búbal (El Pueyo de Jaca), cocinó un risotto con boletus utilizando arroz Brazal y queso O’Xortical, además de su montadito de cordero lechal tensino al chilindrón con reducción de zumo de arándanos. El cocinero de El Mirador (Biescas), intervino a partir de las 21.00. Ideas para casa

Presentar la cara más sencilla de la alta gastronomía fue el enfoque elegido por Diego Herrero, del restaurante Vidocq, de Formigal, para su intervención en el ‘showcooking’ del domingo. Todo su equipo al completo –dos cocineros y tres camareros– elaboraron en directo, a las 12.00, la sorprendente tapa ‘krunchi’s flakes’. Jugando con los productos de Pyrinea, cocinaron un plato de cuchara con trucha fresca y platos fríos utilizando esturión ahumado y caviar de trucha. "Mi intención –declaró– es que la gente pierda el miedo y compruebe que se pueden hacer platos sencillos pero diferentes para una celebración especial o para la próxima Nochebuena". "Lo mejor de la experiencia es la oportunidad de mezclarnos con la gente" añadió. A continuación, le tocó el turno a Toño Rodríguez, de Catering y Eventos del Pirineo


Además, seis restaurantes de la zona ofrecieron a sus comensales menús de degustación. Una ocasión única de probar el ternasco lechal tensino asado a fuego lento en su propio jugo con patatas panadera de 2M Búbal, en El Pueyo de Jaca. En Biescas, el tataki de trucha Pyrinea con ajoblanco y helado de wasabi de El Montañés; el chuletón de ternera del valle de Tena, con patatas fritas caseras y verdurita de Biescas de Casa Juan; los canelones de cordero gratinados con queso O’Xortical, en el restaurante Zarzinera; y las migas de pastor con boletus de El Mirador. Y, en el hotel restaurante Casbas (Senegüé), un crujiente de trucha confitada con toffe de naranja. ¿Gustan?


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