El Pequeño Cascanueces: variedad, cercanía y buen hacer

Además de un picoteo variado, las posibilidades de combinarlo son tantas como el cliente desee.

Nacho López, en la barra del local El Pequeño Cascanueces.
Nacho López, en la barra del local El Pequeño Cascanueces.

En la combinación a partes iguales de sencillez, variedad, trato cercano y experiencia hostelera radica la singularidad de este restaurante donde Nacho López ha volcado 30 años de trabajo detrás de una barra. Ofrece menús del día (espectacular el cocido de los miércoles) y para grupos, además de una extensa carta que realmente sorprende para un local que no es excesivamente grande.


En cualquier caso, esta reseña se va a centrar en su propuesta de picoteo, que tampoco se queda atrás. Tres de sus tapas más afamadas ya ofrecen una idea de por dónde va. El ba-con chorreras es la versión que Nacho ha plasmado de su etapa en Casa Juanico. Los rebozados tienen mucho tirón en Zaragoza y en El Pequeño Cascanueces se pueden degustar, entre otros, el taco picante de carne, el bacalao rebozado, la bombita de tres pescados (croqueta de bacalao, gamba a la gabardina y raba de calamar) y el crujiente de manitas. Sin duda, esta última es otra de las preparaciones más singulares; tanto, que sin la fritura tiene su propia versión en un curioso bocadillo de manitas, como también sucede con el taco picante.


Tapas a 2 euros


En una línea diferente de trabajo en cocina está la delicada crema de longaniza con queso gratinado, pimiento del piquillo y huevo de codorniz; abanderada, sin duda, de un tapeo más personal donde encajarían el confit de pato con setas o el cuesco (queso de cabra rebozado con confitura de tomate y nueces). Incluso de una receta de carta como es el bacalao en salsa de puerros también se ofrece una versión mini muy conseguida. El precio medio de las tapas es de alrededor de 2 euros y la única que se escapa un poco por arriba (3,5 euros) es la de foie con confitura de tomate y jamón.


En cualquier caso, si hay una seña de identidad que distingue a este local es la variedad de sus propuestas porque a la amplia oferta de tapas y montaditos hay que añadir raciones tradicionales de embutidos, quesos, bravas o calamares; recetas como las verduras a la plancha con virutas de foie o el carpaccio de solomillo; un amplio surtido de bocadillos; ensaladas como la de puntillas o la templada de bacalao; pizzas de elaboración casera que se preparan al momento, y una amplia selección de carnes y pescados.


Además, en este establecimiento no se ponen pegas para combinar unos y otros argumentos gastronómicos, o a la hora de confeccionar la pizza al gusto del cliente más allá de los ingredientes que recoge la carta. Y ahí, precisamente, es donde se reflejan las tablas y el amplio recorrido hostelero de Nacho, capaz de adaptarse a cualquier solicitud dentro de las posibilidades, eso sí, que ofrece un local que no es muy grande, pero sí muy acogedor.



El Pequeño Cascanueces

Policarpo Romea, 8. Zaragoza.

Teléfono: 976 200 626.

Horario: de 11.00 a 16.00 y de 19.00 a 23.00.

Domingo noche y lunes, cerrado.


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