¿Es el vino afrodisíaco?

Aunque no está científicamente probado que favorezca el amor, sí parace clara la sensualidad de esta bebida.

Una cata de vino en Zaragoza.
Te invitamos a una cata de grandes garnachas
JOSE MIGUEL MARCO

La sensualidad del vino se impone de año en año en San Valentín a la hora de hablar de amor. Y es que a pesar de que no esté científicamente probado que exista un vino específico para la ocasión, los expertos y enólogos nos dan algunas suferencias para acompañar una cena romántica.


A juicio del periodista y experto en gastronomía José Luis Solanilla: "el de garnacha es el vino perfecto para el amor". Sus taninos grasos y sensuales dan a estos caldos fuerza, estructura y expresión. "A su paso por boca -describe el experto- es un vino cálido y aterciopelado, con toques de frutos rojos más o menos maduros y concentrados", que lo convierten en el acompañante idóneo para una velada romántica.


Según señala, existen otros muchos vinos que ofrecen sensaciones parecidas, si bien los que llevan "mayoritariamente" esta variedad de uva se prestan más para momentos especiales como San Valentín. "Los vinos de garnacha, por su calidez y sedosidad, favorecen el acercamiento y predisponen a una mayor intimidad", subraya.


Para aprovechar las propiedades afrodisíacas de estos vinos en una velada romántica, la recomendación del experto es la siguiente:

Comenzar la cena con un vino rosado elaborado con garnacha. Continuar la cena con un tinto. Terminar, en los postres, con un vino dulce. Finalmente, si la velada se prolonga, podemos echar mano de los cavas de garnacha aragoneses, como el de Bodegas Bordejé.

Volver al suplemento de gastronomía.