Un menú que responde a las expectativas, en La Bodega de Chema

Hasta el 2 de marzo se puede disfrutar de uno de los menús gastronómicos más esperados en la capital aragonesa. Son los platos incluidos en las Jornadas del Cabrito y la Trufa de la Bodega de Chema.

Alternativa a la carne
Alternativa a la carne

Un año más, llegan las jornadas que La Bodega de Chema dedica a ensalzar su producto estrella, el cabrito asado al horno al estilo tradicional, y uno de los tesoros gastronómicos de Aragón: la trufa negra o Tuber melanosporum.


Son muchos los aficionados a la buena mesa de la comunidad que esperan que lleguen las fechas en que la trufa esté en su mejor momento -alcanza su maduración perfecta en enero, febrero y hasta mediados de marzo- y a que el chef de esta casa, Carlos Ceperuelo, haga gala de sus conocimientos de los hongos para degustar sus nuevas propuestas.


En esta ocasión, el listón está a la altura de lo esperado y ha conseguido un menú degustación redondo y completo, que se inicia con un aperitivo de bienvenida consistente en unas bolitas de crujiente de queso trufado con salsa de membrillo.


Con el primer entrante, una gustosa crema parmentier con dados de foie, picatostes y ralladura de trufas frescas, el comensal entona el cuerpo en estas jornadas invernales y tonifica el paladar y el espíritu preparándose para el festín gastronómico que llega a continuación. Como esa coca del Bajo Aragón, con jamón de Calamocha y huevo pochado con trufa del Moncayo, que combina magistralmente aromas y sabores de la tradición aragonesa que nos trasladan al medio rural.

Magnífico también el plato de arroz cremoso con brazuelo de pato trufado y verduras de temporada, en el que se amalgaman los sabores y texturas de algunos de los productos que mejor combinan con la trufa negra.


Para el plato principal, se puede elegir entre el tradicional cabrito lechal asado al horno con patatas que se sigue haciendo igual que siempre, por lo que ni siquiera se le añade trufa, o un plato de pescado conformado por unos chipirones rellenos de gambas y mejillones a la plancha con ali-oli trufado y salsa de vieiras. Aquí, el chef ha resuelto muy bien el inconveniente que supone la poca sintonía que la trufa negra tiene con la mayoría de frutos del mar.


Medias raciones


Para el caso de mesas completas, se da la posibilidad de pedir medias raciones y así poder degustar tanto el cabrito como los chipirones.


Para rematar la faena, se puede escoger entre dos postres: un pan de especias acompañado de helado de vainilla trufada y sorbete de gin lemon o un biscuit de higos y pipas con salsa de chocolate templado. Propuestas ambas que merecen la pena por tratarse de platos artesanales que se elaboran en la cocina del restaurante.


El precio del menú no puede estar más ajustado para el banquete que el comensal disfruta:es de 36 euros precio final, incluido el IVA, el agua el café y el vino.


Un vino laureado


El vino elegido para acompañar estos platos es el mejor posible. Nada menos que un tinto de Bodegas Carlos Valero, el Heredad Red edición limitada 2011 (D. O. Campo de Borja), que acaba de conseguir esta misma semana una medalla de oro en el concurso internacional Garnachas del Mundo, en la ciudad francesa de Perpiñán.


Es un monovarietal de garnacha procedente de viñas de más de 45 años de antigüedad y criado durante nueve meses en barrica nueva de roble francés bajo la responsabilidad del enólogo y 'master of wine' Norrel Robertson. Es un vino intenso y complejo pero a la vez muy fácil de beber, en el que destacan aromas de frutos rojos, junto con notas especiadas, de madera y tostados muy bien integrados con la frutosidad que domina en el paso por la boca, donde destacan también unas agradables notas minerales.



IVJornadas del Cabrito y la Trufa


La Bodega de Chema

Del 7 de febrero al 2 de marzo.

Aperitivo de bienvenida, tres entrantes, segundo plato a elegir, postre y vino Heredad Red de Bodegas Carlos Valero. 36 euros, IVA incluido.


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