Presenta un nuevo libro de cocina

Aduriz comparte su cocina casera de excelencia en 'Las recetas de mi casa'

El chef del Mugaritz, reconocido con dos estrellas Michelin, recoge en este libro propuestas sencillas, de base tradicional, cuyo denominador común es la excelencia y el amor por el producto.

Portada de 'Las recetas de mi casa', el nuevo libro de cocina del chef vasco Andoni Aduriz
Aduriz comparte su cocina casera de excelencia en 'Las recetas de mi casa'

Comer lo que uno de los mejores chefs del mundo, Andoni Luis Aduriz, prepara a diario para su familia ya es posible gracias a 'Las recetas de mi casa', propuestas sencillas, de base tradicional, cuyo denominador común es la excelencia y el amor por el producto.


Si en 'Mugaritz', 'Mugaritz B.S.O' y 'Cocinar, comer, convivir' este cocinero vasco con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol desveló los entresijos de su creatividad culinaria en su restaurante Mugaritz (Rentería, Guipúzcoa), ahora y de la mano de la editorial Destino ofrece una cocina fácil de elaborar, la que él mismo prepara para su familia.


Como buen "glotón" que entiende la comida como "una fiesta", Aduriz presenta las recetas que más le gustan "destiladas" por su sapiencia de cocinero y comensal, ha explicado.


Se trata de comer "lo mejor" sin grandes dispendios, por lo que también se ha "apropiado" de las que considera que son las mejores recetas, como las croquetas de Marisa Sánchez de Echaurren, en Ezcaray (La Rioja), o los callos de Juanjo López de La Tasquita de Enfrente (Madrid).


También hay versiones sencillas de platos de alta cocina, como el "risotto" de chipirones que hacía en el restaurante de Martín Berasategui inspirándose en una receta de Alain Ducasse, y otras familiares que ha actualizado y mejorado.


"En mi familia, la comida es una religión y nos gusta lo bueno. Yo soy capaz de hacerme 500 kilómetros para comer unos buenos callos y seguramente no haría diez para comerme una langosta", explica para resumir la esencia de 'Las recetas de mi casa', que se lanza también en Latinoamérica y espera traducirse a otros idiomas dado el prestigio internacional de Aduriz.


No hay postres: en su casa se come fruta e intenta promover que sea un hábito en el lector. Sí, en cambio, muchas recetas básicas que ahorran tiempo, como las de sofritos y caldos que pueden ser congelados hasta su uso.


Con este libro, Aduriz quiere animar a cocinar guisos que se están perdiendo en los hogares como las manitas o las carrilleras, verduras que nunca han pisado la cocina de los más jóvenes -borraja o cardo- y difunde "un poco de cultura gastronómica" con una galería de productos que muestra la diversidad existente en España de aceites, carnes, frutas y verduras, pescados, embutidos o quesos.


Y, para acercarse a aquellos que usan poco los fogones, da trucos que animan a "quitarse la pereza" y a "manchar el libro, usarlo, experimentar y adaptarlo al gusto de cada uno".


También a abrir el horizonte gustativo de todos. "Ya lo conseguí con mi mujer, que, cuando me conoció hace 18 años, sólo comía bocadillos de lomo y sándwiches y ahora su espectro es mucho más grande", comenta entre risas.


"Hay un poco de mí en este libro, en las recetas que tienen un origen afectivo, las que tienen una historia detrás que cuento", ha asegurado durante su presentación en Madrid.


Pero, sobre todo, este recetario es una herramienta útil contra una realidad que se extiende: "En el futuro no habrá cocina excelente si no sabemos chuparnos los dedos".



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