Pepito Ternera, una apuesta por acercar la cocina y los gin-tonics a todos los bolsillos

"Un formato que permita degustar la buena cocina y acercar a la gente algo que se supone que es de élite para que todo el mundo pueda probar algo diferente y rico sin que eso les suponga un descalabro en el bolsillo". Así definen Jorge Navarro y Francisco Bernad la propuesta culinaria de su restaurante 'Pepito Ternera: pepitos y ginebras', un nuevo establecimiento que abrió el pasado mes de julio en el entorno de la plaza de San Francisco de Zaragoza para mostrar una alternativa a la oferta de 'alta taberna' que reina en la zona.

Al frente, dos veteranos del sector: Jorge, propietario del desaparecido Garum, y Fran, del restaurante Casafran. Pepito Ternera toma de ambos la base de cocina tradicional, pero con una estética completamente renovada: más luminoso e informal, con una variada carta para disfrutar de diferentes tapas y raciones hechas al momento, además de un menú degustación a 25 euros.

La ración estrella es el pepito de ternera, el popular bocadillo elaborado con pan de aceite artesanal que se puede degustar en este restaurante acompañado de diversas salsas. Los que más "tirón" tienen son el Cantábricum –con cabrales y anchoa de Santoña-, el Ibérico –con tocineta ibérica– y el Pastoret –con queso de cabra y tomate confitado–. Los hay también con foie y colmenillas, con sobrasada o huevo de corral y con jamón ibérico. En total, más de 14 opciones para ir probando a 2 euros cada uno.

Más de 30 ginebras premium

El otro fuerte del establecimiento son los gin-tonics. Pepito Ternera ofrece un amplio catálogo de 30 ginebras premium distintas que se preparan maridadas con diversos aromas. De este "arte sobrevalorado" saben bien Virginia Gil y Fran Bernad, los encargados de servir al cliente en su mesa el afamado cóctel. Ambos claman contra quienes aprovechan el 'boom' de estos combinados para elaborar una bebida "completamente disfrazada" y cobrarla a precios "desorbitados".

"Nos inventamos esto para hacer una cosa atractiva para el gran público y desvirtuar un poco estas cosas tan llenas de humo. Hay que ser un poco consecuente con la época en la que vivimos", admite Fran. Así pues, compaginan su oferta de gin-tonics "a precios populares" con unos pocos cócteles y combinados a 4,50 y 3,50, respectivamente. Y para los amantes del vino, la carta ofrece también una selección de referencias de la D. O. Rioja y algunos más de las bodegas aragonesas.

Además, el establecimiento dispone de un menú degustación por 25 euros, que consta de dos tapas y un entrante –a elegir entre ensaladas, carpaccios y huevos rotos–, un segundo plato –chuletón o bacalao– y postre.

Dos meses después de la inauguración, ambos hosteleros se muestran "satisfechos" con la acogida que ha tenido en la zona su apuesta por la cocina informal, y pese a haber abierto en un mes flojo, aseguran que la gente está respondiendo. "Siempre da miedo emprender algo nuevo, lo peor que te puede pasar es que te embarguen, pero por el momento lo afrontamos con bastante confianza en lo que hacemos", añaden.

Desde la semana pasada, coincidiendo con el inicio del curso escolar, el Pepito Ternera abre también a las 9.00 con un servicio de desayunos que incluye tostadas con queso y membrillo, tortillas, repostería artesanal y café para empezar bien el día.